sábado, 11 de agosto de 2012

PROMETHEUS. Un Titan un poco venido a menos.

PROMETHEUS. Prometía mucho, no dio tanto.
Quiero hacer aquí y ahora un inciso. Prometheus es una muy buena película de ciencia ficción, el problema quizá fuera la expectación, una expectación que provenía del hecho de ser una precuela del grandioso universo creado por Ridley Scott en “Alien el 8º pasajero”.
No voy a entrar a valorar “Alien el 8º pasajero”, ya que para mí, no existen palabras para describirla. Es una obra de arte, un icono del cine de terror y de la historia del cine en general. Solo James Cameron respetó un poco el original con su continuación de “Aliens el regreso”, centrándose más en el carácter aventurero de la historia y dejando un poco de lado la inquietante atmósfera de su predecesora. Aún y con esas, logro con cierto acierto, desarrollar un poco más ese universo, creando y dando vida a la reina Alien, y dando una explicación plausible a esa inquietante bodega llena de huevos que se vio en la nave alienígena en “Alien el 8º pasajero”. Todo lo demás creado hasta Prometheus, ha sido a mi parecer (el cual podéis no compartir y lo entiendo), una “PUTA MIERDA”, Alien 3 y 4, las versiones junto con los Predators, en fin, no me extenderé más.
Ahí radica en parte el problema de Prometheus, que se engloba en un universo en el cual ya hay dos películas con las cuales compararse. Y si somos justos, comparándola con el 8º pasajero, Prometheus, pierde. Pero pierde por tonterías que hubiesen sido fácilmente subsanables. En fin, aún así, sigue siendo una gran película de visionado obligatorio en cine, debido a la espectacularidad de sus imágenes, diseño y planteamiento.
Cuenta la leyenda, que en la antigüedad Prometeo, el titán, desafió a los dioses del Olimpo. La antigua titanomaquia o guerra entre dioses y titanes había acabado. Perdiendo los titanes y llegando al poder los olímpicos. Aun así, prometeo, decidió que los humanos debíamos con el tiempo tener una oportunidad para llegar a ser tan grandes como los dioses y nos trajo “El fuego”, como símbolo de la tecnología, la vida y el desarrollo. Zeus jefe de los dioses olímpicos, montó en cólera y expulsó de los cielos a Prometeo, desterrándolo junto con los humanos. Pero no acabó ahí la venganza de Zeus, lo ató a un monte, en donde una gran ave le comería todos los días las entrañas, mientras que por la noche volvería a la vida. Un castigo para toda la eternidad.
En los primeros compases de esta película podemos ver, claramente la literalidad del mito de prometeo (excepto lo del pájaro). Con el paso de los milenios, se supone que el ser humano surgiría en la tierra. Distintas civilizaciones recibirían la visita de los descendientes de ese “prometeo”, indicándonos un camino hacia las estrellas. Camino que con el paso de los años y gracias al desarrollo de nuestra raza, los humanos acabaríamos reconociendo. Gracias a una investigadora, se pone en marcha el proyecto “Prometheus”. Un viaje espacial hacia una parte del universo desconocida y que ya esta marcada desde el inicio de los tiempos por distintas civilizaciones. Un viaje en busca de respuestas sobre nuestro pasado e inicio. Respuestas que quizá no son las que nos esperábamos. Este es el fascinante guión sobre el cual se desarrolla esta gran película. Desde luego la base argumental es muy buena y da para mucho.
Después de “Blade Runner” y “Alien el 8º pasajero”, Ridley Scott vuelve a hacer cine de ciencia ficción. Vuelve al género que lo hizo grande y que lo llevo a la historia ya del séptimo arte. La expectación no era poca y cumple bien. No todo lo bien que hubiésemos querido, pero aceptablemente bien. La película esta rodada con primor, el diseño es fascinante, y aunque se pierde esa aura de inquietud del 8º pasajero, el misterio aún por resolver es lo suficientemente interesante como para tenernos pegados a la butaca durante toda la película. Después de todo, una de las pocas preguntas que se resuelven es sobre el inicio de la criatura en si.
Por desgracia se nota que esta el guionista de “perdidos” al mando de Prometheus, ya que las preguntas generadas, superan con mucho a las respuestas dadas. Gracias a dios esta ya en marcha el proyecto para la segunda parte. El porque nos crearon no está claro. El porque nos indicaron un sitio donde supuestamente se descubre luego que fabricaban armas biológicas de destrucción masiva tampoco está claro. El porque murieron y como se les escapó el control de ese veneno tampoco está claro. El porque ya se encuentran cuerpos con el pecho reventado y ningún rastro de ningún alien tampoco está claro. El porque hay un bonito retablo de la reina alien detrás de la gigantesca cabeza en donde guardan tan peligrosa sustancia tampoco está claro. El porque en un momento del pasado deciden enviar a la tierra tan peligrosa sustancia para destruirnos y el motivo que les lleva a tomar tan drástica solución tampoco está claro. El porque no llegaron a llevar a cabo sus planes, tampoco está claro. Como podéis ver, demasiadas preguntas, y pocas respuestas.
Quitando esto, hay que añadir, que la atmósfera en la cual se desarrolla la historia es fascinante, no tan inquietante como la del 8º pasajero, en donde el peligro y la muerte está detrás de cada esquina, pero si más fascinante, en donde el descubrimiento y la fascinación por lo desconocido de nuestros orígenes está un poco por encima de ese peligro y muerte. Aún así, varias de las mejores escenas de la película se engloban en esa categoría. Como por ejemplo la operación de cirugía abdominal y el nacimiento en un contexto físico de ese veneno que destruyo a esa antigua civilización.
El darle un cuerpo físico a un veneno, a una enfermedad, es un planteamiento para explicar el origen de la criatura de Alien increíble. En ese sentido me quito el sombrero ante el señor Scott. Imaginaos como seria posible que enfermedades tan mortales y terribles como el “Ebola” por ejemplo tomasen forma física. Ciertamente seria una criatura mortal y criminal. Scott juega con esa hipótesis y con un fascinante giro de guión nos da, a través de un embarazo no esperado, el nacimiento del gallifante, ya que como dice el dicho, ¿Qué fue antes, el huevo o la gallina?, pues en el caso de alien fue el gallifante, después vendría supuestamente la gallina. Aunque eso tampoco queda excesivamente claro al final de la película. Con lo cual tenemos otra pregunta sin resolver hasta su segunda parte.
Llegados a este punto, tenemos que comentar que es lo que falla en esta película. La bso no es tan buena como la del gran Jerry Goldsmith. Marc Streitendfeld, realiza una bso un pelín simplona que podría haber sido algo mejor y ayudar a dar más grandiosidad en algunas de las escenas, ya de por si grandiosas. Tanto es así, que solo se nos quedará el magnifico tema de Harry Gregson Williams “Life”, que es el que más nos pone los pelos de punta. ¿Por qué no fue Harry G W el compositor? Ciertamente lo hubiese hecho mucho mejor.
Otro fallo son los actores. Quitando los principales, los cuales realizan un papel bastante notorio, el resto, están completamente diluidos. Sobran personajes. En Alien solo eran 7 personajes, lo cual permite generar para cada cual, el arquetipo correspondiente. Esto no es malo, sobre todo cuando hay detrás una gran historia y un gran guión que permite bastantes líneas de dialogo para cada personaje. En Prometheus, una nave mucho más pequeña que la Nostromo, son 17 (creo, muchos más de 7 eso sí), el caso es que todos salen, o el director intenta que salgan, con lo cual, en algunos de ellos, su aportación a la trama es insignificante y no se le ve el sentido de su aparición en la misma. Eso hace que la película pierda enteros y que el cierre final de algunas tramas sea precipitado. Sobran actores, aparte de que algunos son totalmente insulsos en la gran pantalla, y apenas aportan nada. Si esta misma historia se hubiese realizado con solo 7 tripulantes como en la Nostromo, cada cual hubiese tenido más minutos y más desarrollo dentro de la película. Hubiese quedado más redonda. Este es quizá su mayor desacierto, espero que Scott lo tenga en cuenta para su continuación.
En fin, Prometheus, una gran película de ciencia ficción, ya hacia tiempo que no veía nada de este genero en el cine y se agradece. Hermana menor con dignidad de la hermana mayor Alien el 8º pasajero. Esperemos que la próxima sea la digna sucesora que cuadre perfectamente con esta gran película que realizó ya hace años Scott y que lo encumbro a los altares y al Olimpo del séptimo arte, y que no le suponga una expulsión del mismo como le sucedió a su tan recurrido Prometeo en esta película.

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