PONYO EN EL ACANTILADO. MARAVILLA ANIMADA.
Dios mío,
que película mas maravillosa, más bonita, más preciosa. Miyazaki con esta
película volvió a sus orígenes, esos orígenes que le dieron un nombre en el cine
mundial tanto para espectadores, como para realizadores y productores, y sobre
todo el más respetado a nivel crítico y a todos los niveles dentro de la
animación mundial. Ni Disney, ni Pixar, todos ellos rinden pleitesía a este
gran genio que nos sorprendió con MI VECINO TOTORO y que nos volvió a
sorprender con esta película, con esa temática más infantil, más mágica.
En esta
película, al igual que en todas las demás obras de Miyazaki, la defensa del
medio ambiente juega un papel importante, aunque en otras obras como “La Princesa Mononoke ”
o “El Viaje de Chihiro”, esa temática está algo más diluida, pero siempre esta
ahí. Esta película no es tan profunda como “El Viaje de Chihiro”, ni tan épica
como “La Princesa
Mononoke ” o “Porco Rosso”, ya que aquí vuelve a intentar ser
más cómplice con los niños (como con MI VECINO TOTORO O NIKI SERVICIO DE
REPARTO), que siempre son su principal objetivo, aunque a la hora de
hacer las películas, su forma de hacerlas y dirigirlas hacen que lleguen y calen
en los públicos de todas las edades.
La
estructura narrativa de esta película es soberbia, el ritmo es constante y
fluido, la historia es muy bonita, basándose en el cuento de la sirenita, en el
cual y en este caso una niña pez intentará por todos los medios estar con su
amigo humano sasuke, y para eso mismo ella tendrá que ser también humana (Otro
motivo es que le gusta el Jamón, no es tonta la jodia). No hay malos en
esta película, no los necesita, el periplo de la pequeña Ponyo es tan sumamente
atrayente a lo largo de todo el film que se nos pasa la película volando. Desde
luego este hombre es un autentico genio dirigiendo. Cine con MAYUSCULAS, cine
en estado PURO. Cualquier persona que realmente se considere amante del séptimo
arte tiene que haber visto alguna de las obras de este genio. Es como con los
musulmanes, todos tienen que ir a la
MECA al menos una vez en su vida. Seria muy triste morirse y
no haber podido disfrutar de Miyazaki, en este caso que nos toca, de Ponyo.
Solo puedo añadir, que quien no se emocione viendo esta película, que vaya al
psicoanalista ya que pienso que solo un ser adyecto y sin alma saldría de esta
película hablando mal de ella.
Y aquí
estoy yo, emocionándome con esta película, con lo que veía, con la historia,
con las imágenes, con la música, con todo en definitiva. Esta es una gran
película, es una de esas pelis que días después te acuerdas de ella con una
gran sonrisa en la cara, y de la cual sales de la sala de cine con una
satisfacción interna inmensa.
El momento
de la película que más emocionó, (y os aseguro que tiene muchos)
aparte del final, es cuando Ponyo vuela y cabalga sobre las olas de un mar
embravecido en busca de su amigo sasuke. Es una de las escenas y momentos
cinematográficos que más me han gustado en el cine, ya que resulta de una
belleza SOBRECOGEDORA, todo ello acompañado de la orquestación del gran maestro
y compositor Joe Hisahishi, que para esa toma en particular compone un tema que
bebe directamente del mismísimo WARGNER y de su cabalgata de las valkirias. Es algo
para ver en CINE, en pantalla grande, y que por desgracia pierde al ver en la
televisión. En ese momento yo pensaba, ……. JODEEEER CON DOS COJONES PONYO Y CON
UN TEMA CASI WAGNERIANO, que encima es uno de los compositores de música
clásica que más me gustan, JOOOODER lo tiene todo.
Pero no nos olvidemos que es también una película para los niños, aunque los
mayores la disfrutemos si cabe aún más. Como ya comentaba su temática y sus
personajes principales en este caso son niños de 7 años, pero yo miré al cine y
pude ver gente de todas las edades, de todas, viendo la película, también
niños. Al final de la misma y os puedo asegurar que no me lo esperaba, ya que
hacía mucho tiempo que no lo veía en el cine, varias personas dispersas por
toda la sala (y cuando yo la vi no eran pocas) se levantaron y empezaron a
aplaudir. Algunos eran jóvenes, más que yo, otros eran mayores, más que yo, y
otros de mi edad. Yo no podía, estaba absolutamente anonadado después del
soberbio trabajo cinematográfico que había visto.
Habrá
personas que visto el guión y la trama necesiten una explicación para todo lo
que se da en ella. A veces no hay porque explicarlo todo para que una película
salga redonda, y ese es el caso de esta película. En este caso en particular ni
me importaba quien era el papa de Ponyo realmente, ni que significaba que su
Mama decidiera si se hacía humana o no, porque había que salvar al mundo. Todo
eso es subsidiario de la trama y el desarrollo de la misma, todo eso es acompañante
de una maravilla visual y OJO con animación tradicional de toda la vida. Ni 3D,
ni animación por ordenador, ni hostias en vinagre, cuando hay talento, cuando
hay calidad, da igual los medios que se ponen en el producto. En este caso,
Miyazaki no solo volvió a sus orígenes como dibujante en la historia, sino
también con los medios, todos artesanales, no hay ningún fotograma por
ordenador en esta película, cosa que en otras de sus películas como EL CASTILLO
AMBULANTE, EL VIAJE DE CHIHIRO o LA PRINCESA MONONOKE
si que hay un poco.
Una joya,
una maravilla del cine. Y luego dicen que si del cine español y otras mierdas,
cuando cualquier realizador español me emocione, me tenga en tensión, me haga
reír, me haga llorar, me haga que salga de la sala con esa satisfacción
interior que tuve al ver esta película, ese día entonces me animaré a ver más
cine español que el que veo actualmente. Toda esa caterva de intelectuales de nuestro
país que descalifican obras como esta, calificándolas como películas minoritarias y solo para niños y
gente con pocas luces, deberían aprender. Pero claro, después de las criticas
que tuvo en el festival de Venecia (todas positivas), después de que
Miyazaki, cómo director y realizador haya ganado el Festival de Berlín con EL
VIAJE DE CHIHIRO por delante de todas las películas de imagen real y sacar los
colores a productores, actores y directores (ya que los propios personajes de
la película de animación transmitían más que los propios actores de carne y
hueso), llegados a este punto, mucha gente tiene que callarse.
En resumen,
Ponyo en el acantilado es, como todo el cine de DIOS Miyazaki de obligado
visionado. Si no la habéis visto aún, deberíais verla sin demora.