EL JOVEN
PAPA.
No voy a echarme el pisto de que conozco al
realizador Paolo Sorrentino, ni de que he visto su filmografía completa, no voy
a ir diciendo que este autor hace esto u lo otro de tal o cual manera desde la
experiencia que da el visionado de sus películas. No, reconozco que he visto
esta serie y he abordado al director por primera vez con el joven papa. Para mi
ha sido algo totalmente nuevo, ha sido una experiencia desde la total
ignorancia de lo que iba a ver y dejándome sorprender con todo lo que este buen
hombre en esta serie me ha ido poniendo delante de la pantalla.
Dicho esto, el que yo no haya visto nada de este
director, es un error que intentare subsanar en breve, lo antes posible, porque
si su obra está rodada o tiene como características principales las mismas que
esta serie, reconozco que me va a gustar bastante descubrir a Paolo Sorrentino.
Una vez realizado el comentario, decir que esta serie me ha llamado la atención
por varias cosas, entre ellas por su música, por sus planos, por el tratamiento
de la imagen que acompaña a la narrativa de la historia, expuesta de una forma
bastante peculiar, como una firma del estilo del trabajo y saber hacer de este
director, que solo él sabe hacer y que en manos de otro director quedaría
incluso mal o un poco fuera de lugar.
En este caso Paolo Sorrentino nos pone aquí una
historia con un tratamiento de la imagen espectacular, unos planos acompañando
la historia de este joven papa y con el trasfondo de una música de lo mas
variada y ecléctica, alucinante, ya sea tipo pop, rock, tecno o disco; es algo
que me ha llamado mucho la atención y como una historia o una trama, tampoco
excesivamente compleja, se le ha sabido dar una profundidad que pocas veces he
visto en otras series u películas. Los temas que trata Sorrentino en esta serie
están realmente bien y son bastante interesantes desde el punto de vista
social. Lo que hace que esta serie sea de las que pertenecen al grupo de
aquellas que merecen mucho la pena verlas, todo esto queda dicho sin entrar aun
en los detalles de la trama. Esto es lo que más me ha llamado la atención de
esta serie y de este realizador.
Decir que esta serie es transgresora, no es
quedarse corto, ya que los temas que trata suelen ser polémicos, o por lo menos
lo han sido siempre que se han tratado en el cine. Lo cual llama mucho la atención,
ya que a pesar de su estreno, la iglesia católica y otros estamentos que en
otras situaciones, incluso menos graves han salido a la palestra y han
criticado ciertos productos, en este caso, no lo hacen. Por que Sorrentino con
esta serie no se deja ningún tema en el
candelero relacionado con la iglesia católica, la corrupción, la pederastia, la
homosexualidad de muchos de sus miembros, son temas que están muy presentes en
el desarrollo de la trama y que incluso tienen un punto de vista, diría que más
duro, debido a la forma de ser de el protagonista, que el que en la actualidad
tiene la iglesia.
Quizá esta sea una de las cosas que hace que el
joven papa, sea una serie bastante llamativa, en el sentido de que como su
nombre indica se refiere a un papa joven, pero luego a la hora de trabajar, a
la hora de guiar a la iglesia con sus decisiones, la lleva por un camino de
oscuntarismo, de regresión casi a una iglesia cerrada y medieval, casi inquisitorial,
que llama muchísimo la atención, en contraposición con la forma de ser que
tiene este pontífice o la forma de ver las cosas, tratándose a el mismo y
intentado llevar una vida social, mas propia de una estrella de rock mediática
que de un papa de la iglesia católica. Eso sí, a pesar de esa actitud mediática,
eso no quita para que él sea de ideas bastante retrogradas. Esa dicotomía del
personaje, capaz de llegar a extremos de comportamiento tan radicalmente opuestos
según su conveniencia, hace que sea un personaje inolvidable y si a eso
añadimos la brillante actuación de Jude Low, el personaje, prácticamente se
come la pantalla.
Pero no solo está Jude Low, Diane Keaton esta
soberbia y nuestro Javier Cámara está brillante en su comedida actuación de un párroco
con problemas de alcoholismo. Si añaden buenas actuaciones al estilismo que nos
muestra Sorrentino en la serie, donde el aspecto visual tiene una gran carga,
junto con la crítica a través de la sátira y la gran BSO que nos acompaña
continuamente, marcando también el paso de la trama, eso nos deja secuencias
brillantes y momentos memorables.
Mi madre mientras veía esta serie se refería a Pio
XIII, el personaje que interpreta Jude Law, como “El papa Borde”, ya que tan
pronto te deja asustado por sus acciones vengativas con respecto al resto de la
curia, como que te deja con la boca abierta al ayudar a otras personas de las
formas más piadosas e inverosímiles que ustedes puedan imaginar. En esta serie
se ve lo que hay en la trastienda, lo que hay detrás de la cortina. Se ven las
personas, no se ven los cardenales, se ve el hombre con sus aficiones, sus
virtudes, sus miedos y no se ve al papa. En definitiva, después de todo, esta
gente son personas como nosotros con sus vidas y sus dudas. En este caso
resulta llamativa la crisis de fe del propio papa, y que luego tenga las ideas
tan claras respecto a otros temas.
La historia, como ya he comentado es bastante
simple, pero el tratamiento de los planos y de las imágenes junto con todo lo
que ya he comentado, es tan soberbio, que no puedes despegar la cara de la
pantalla, prácticamente esta serie hipnotiza. Y gracias a ello disfrutamos el
doble, de la historia del joven papa. De como fue elegido por las intrigas y
luchas de poder de los cardenales, en la suposición de que en su juventud,
seria un peón fácil de manejar y que serviría de puente entre los extremos
conservadores y aperturistas de la iglesia. De como les salió el tiro por la
culata, y de como resulto ser totalmente incontrolable, de como hacía, nunca
mejor dicho su santa voluntad y de que eso de ser aperturista por ser joven,
fue una gran cagada por parte de la curia cardenalicia. La frase “Soy un papa
joven, me la trae floja el consenso cardenalicio” demuestra el garrafal fallo
de calculo de los poderes dentro del vaticano.
Pio XIII, retrogrado en grado sumo y con un
sentido visual del misterio y de la poca apertura a sus fieles, propia, en
palabras del protagonista, de otros realizadores en otros trabajos como Kubrick
como director de cine o Duft Punk en música. “Así tiene que ser la iglesia
católica, tenemos que cerrarnos en nosotros mismos, para que el misterio sea lo
que luego vuelva a atraer a la gente a nosotros”, frase del protagonista en
ciertos aspectos profética, pero que también traerá desgracias y muertes
innecesarias a lo largo de la temporada.
El papa joven es una gran serie, a través de la
cual, su realizador también nos muestra el machismo imperante en el seno de la
iglesia, esto, junto con el resto de temas a tratar en la misma, debería ser un
foco importante de debate, pero Sorrentino, logra un perfecto equilibro, para
que nada desentone. Y aun así no dejo de asombrarme la poca promoción que ha
tenido esta serie. Lo poco que se ha hablado de ella. Yo por mi parte solo
puedo dar las gracias a Roberto García, un conocido mío y a su podcast, cuyo
enlace ahora les adjunto, gracias al cual conocí esta serie. No se la pierdan,
merece mucho la pena verla.
ENLACE SONORA PODCAST.