¿QUIEN ES
JOHN WICK?:
Bien esto parece ser la pregunta de rigor, ya que a día de hoy mucha gente
desconoce este personaje. John Wick es el personaje de ficción con el cual
Keanu Reeves esta volviendo a tener una segunda juventud. Este actor tuvo su
momento en los 90 y 2000, lo último que supimos de él fue con Matrix, y aunque
después ha realizado películas de distinta calidad, hasta la llegada de este
personaje, no ha vuelto a destacar. Y es que John Wick, va a tener una
trilogía, hasta el momento son dos sus gloriosas películas, con las cuales
hemos vuelto a ver el mejor cine de acción de los 80 y 90. No por su temática,
sino también por su desarrollo y lo bien rodadas que están. Ya que en los
últimos tiempos, parece que se ha puesto de moda ver las escenas de acción con cámara
rápida. Cosa que impuso la saga Bourne, con Matt Dammon y que, ciertamente, allí
y con aquellas películas quedaba muy bien, y fue muy novedoso en su momento,
pero fuera de ellas, empieza a resultar cansino y mareante, no pudiendo fijarte
en apenas nada, ya que todo es un torbellino de movimientos de cámara. Bien,
con John Wick se vuelve a la toma clásica, fija y con, en todo caso, un leve
ladeo que permita ver bien y sin problemas toda la acción. Si a eso se añade
una buena dirección y producción a pesar de los escasos medios y un ritmo
trepidante, acompañado de una historia y una mitología mucho mas profunda sobre
el personaje de lo que parece en un primer momento, tenemos un pelotazo
descomunal. Eso es John Wick, sus dos películas hasta el momento conforman una
de las mejores sagas de acción del cine de los últimos años.
Quien nos iba a decir que David Leitch y Chad
Stahelki con un presupuesto de solo 20 millones y con una promoción inexistente
fuera de EEUU, (ya que fuera de sus fronteras ha sido su primera película, una cinta
que ha llegado directamente al mercado de la tv sin pasar por ni una sola sala
de cine), haya cuadruplicado su recaudación, llegando casi a los 100
millones. Y es que su primera película empieza ya fuerte, siendo un festival de
acción, tiros, muerte y destrucción a raudales, que además nos tendrá pegados a
la pantalla con una tensión cada vez mayor, a pesar de la premisa de la misma,
que es más simple que una mata de habas.
La historia, dirigida de forma magistral dadas las
circunstancias, nos cuenta como John Wick un antiguo asesino y viudo
recientemente, tiene que volver muy a su pesar a su antiguo trabajo y a su
antigua vida, la cual creía haber dejado atrás, para vengarse de unos gansters,
que, sin tener idea de quien es él, le han robado el coche y para mas inri, le
han matado al perro, regalo de su difunta mujer y lo único que le quedaba como
recuerdo de ella. De ahí que le llame con todo el cariño “EL PERRERO SUPREMO”, ya que durante las películas, John Wick será
llamado de otras muchas formas. Su fama en el mundo de los asesinos, según
parece, es legendaria, es considerado como el mismísimo diablo (en su
segunda película, parte de la promoción dice “nunca apuñales al diablo por la
espalda), como alguien peor que el hombre del saco, vamos, al que
llamas para cargarse al hombre del saco; tanto es así, que en la primera
película, el jefe de los gansters rusos y padre del sujeto que ha robado el
coche y matado al perro de John Wick, en un principio, acojonado al saber lo
que había echo su hijo, al no saber este con quien trataba, intentará compensar
y solucionar el problema hablando con Wick, buscando una forma, la que sea para
compensarlo, antes de que se desaten los 7 infiernos.
Pero lo que hace que estas películas sean tan
buenas, es que no estamos ante el típico y tópico héroe invulnerable del típico
cine de acción de otras épocas, que sin un rasguño mata a los malos y vuelve a
su casa a tomar el café, aquí no. Puede que sea John Wick una leyenda, puede
que sea el mejor en su trabajo en todo el mundo, pero sigue siendo humano y
cuando te enfrentas con toda una organización criminal, llena de cientos de
sujetos, es normal que te canses y que también recibas palos y heridas. Y eso
es lo que mola, el ver, también, lo mal que lo pasa el personaje para conseguir
su venganza, los tiros que recibe, los golpes, acaba echo un cristo. Pero es
mortal, igual que los demás. Esto hace que se igualen las cosas y nos mantiene
mucho más pendientes de la trama, ya que no se sabe que puede pasar.
Seamos sinceros, la historia en si, no es para
tirar cohetes, la hemos visto muchas más veces en otras películas, pero, ¿Qué
la hace aquí diferente?, a pesar de su simpleza hace que destaque la brillante
forma en que esta llevada la película, el guión y la narrativa de la misma,
dándole un empaque a la hora de desenvolver la historia que hace que esta gane
muchísimos enteros. Todos los personajes son brillantes en estas dos películas
de John Wick, pero si cabe, aún son mejores en su segunda película, donde a
veces la carnicería perpetrada por John, queda en un segundo plano ante una
mitología y unas reglas, a las cuales, él, también esta sujeto; por ejemplo, “No se mata en el continental”, (una
serie de hoteles por todo el mundo al servicio de todos los asesinos del
planeta y que ofrece distintos servicios, desde el de limpieza de escenas del
crimen, hasta la curación del sujeto para evitar hospitales públicos, como
aprovisionamiento de armas y blindaje, eso sí, siguen siendo hoteles de 5
estrellas para todo el mundo) y “Los
pagares hay que cumplirlos”, última regla esta, que dará pie a la trama de
su segunda película.
La acción en las dos películas no empieza ya desde
el principio, bueno, en la segunda sí, ya que, empieza directamente donde acaba
la primera. Lo que quiero decir es que todo esta medido, hay tiempo para entrar
en detalles y en la trama de la misma, en ver lo que se viene encima y luego
está el tiempo de la muerte y destrucción. Ya que una vez que empiezan los tiros,
la acción va a ser continua y sin freno hasta el final de las películas. Esto
alcanza un grado de orgásmico en su segunda película, sin duda mucho mejor que
la primera, y mira que la primera es buena. Y en donde los pocos fallos que
había en la primera, son resueltos y sus muchas virtudes, potenciadas, si cabe,
aún más.
Y es que, como comentaba al principio de esta
crítica, Keanu Reeves esta que se sale en el papel de John Wick, esta
completamente en su salsa, un personaje ya madurito, quizá un poco oxidado en
su trabajo, el cual hace tiempo que no realiza, pero que se pone al día en poco
tiempo. Transmitiendo una energía y una presencia del personaje ante la cámara,
con la cual se la come literalmente. Esta claro, que este actor, aún puede
hacer muchas cosas buenas en el cine de acción, si se le dirige bien como es el
caso.
Y así, vengando la muerte de su perro acaba la
primera película de John Wick, pero, falta algo importante, y es su coche. El
cual recuperará al principio de la segunda película, lo cual dará pie para que
la trama continúe, ya que uno no puede volver a este mundo en busca de venganza
y no esperar que ciertos sujetos, al saber que ha vuelto, lo busquen para que
salde ciertas deudas que tenia pendiente. Da igual que haya sido una venganza
pasajera John, has vuelto y tienes que cumplir el pagaré que dejé de cobrarte
en su día, cuando te casaste. Y ahí empieza el lío.
Y es que con su segunda película, mucho mejor que
la primera, John Wick vuelve para mostrarnos una cinta que repara algunos
errores de la primera y que la mejora en todo lo demás. Su mitología, y el
mundo en el que se mueve John, nos son ampliados, mostrándonos más cosas, explicándonos
otras con las cuales nos quedamos con ganas de saber más de la primera. En
definitiva, completándonos un cuadro
narrativo y argumental, del cual queríamos saber más y que con su primera
película nos quedamos con las ganas. En este caso la segunda parte es mejor que
la primera, rompiendo el dicho de que nunca segundas partes fueron buenas. En
este caso no fue buena, fue mejor.
En definitiva, “Pacto de Sangre”, segunda película
de John Wick, es más grande, con más acción, con más muerte y con más de todo.
Pero manteniendo la brillante dirección y la genial narrativa de su
predecesora. Sigue en esta también, la reiteración semántica de John, como
leyenda a la que temer; llegando en su segunda película a extremos casi
ridículos, pero que, y asómbrense, no queda mal, e incluso hace hasta cierta
gracia dadas la situaciones que se dan durante la misma. Por lo cual, solo me
queda recomendarles encarecidamente, si quieren pasar un buen rato y les gusta
el cine de acción, se pongan a verlas ya. Sin lugar a dudas, películas ya de
culto y que en su genero son de lo mejor que hay actualmente, contando además con
un buen plantel de actores y una narrativa brillante.