jueves, 1 de junio de 2017

JOHN WICK. EL PERRERO SUPREMO.

¿QUIEN ES JOHN WICK?: Bien esto parece ser la pregunta de rigor, ya que a día de hoy mucha gente desconoce este personaje. John Wick es el personaje de ficción con el cual Keanu Reeves esta volviendo a tener una segunda juventud. Este actor tuvo su momento en los 90 y 2000, lo último que supimos de él fue con Matrix, y aunque después ha realizado películas de distinta calidad, hasta la llegada de este personaje, no ha vuelto a destacar. Y es que John Wick, va a tener una trilogía, hasta el momento son dos sus gloriosas películas, con las cuales hemos vuelto a ver el mejor cine de acción de los 80 y 90. No por su temática, sino también por su desarrollo y lo bien rodadas que están. Ya que en los últimos tiempos, parece que se ha puesto de moda ver las escenas de acción con cámara rápida. Cosa que impuso la saga Bourne, con Matt Dammon y que, ciertamente, allí y con aquellas películas quedaba muy bien, y fue muy novedoso en su momento, pero fuera de ellas, empieza a resultar cansino y mareante, no pudiendo fijarte en apenas nada, ya que todo es un torbellino de movimientos de cámara. Bien, con John Wick se vuelve a la toma clásica, fija y con, en todo caso, un leve ladeo que permita ver bien y sin problemas toda la acción. Si a eso se añade una buena dirección y producción a pesar de los escasos medios y un ritmo trepidante, acompañado de una historia y una mitología mucho mas profunda sobre el personaje de lo que parece en un primer momento, tenemos un pelotazo descomunal. Eso es John Wick, sus dos películas hasta el momento conforman una de las mejores sagas de acción del cine de los últimos años.
Quien nos iba a decir que David Leitch y Chad Stahelki con un presupuesto de solo 20 millones y con una promoción inexistente fuera de EEUU, (ya que fuera de sus fronteras ha sido su primera película, una cinta que ha llegado directamente al mercado de la tv sin pasar por ni una sola sala de cine), haya cuadruplicado su recaudación, llegando casi a los 100 millones. Y es que su primera película empieza ya fuerte, siendo un festival de acción, tiros, muerte y destrucción a raudales, que además nos tendrá pegados a la pantalla con una tensión cada vez mayor, a pesar de la premisa de la misma, que es más simple que una mata de habas.
La historia, dirigida de forma magistral dadas las circunstancias, nos cuenta como John Wick un antiguo asesino y viudo recientemente, tiene que volver muy a su pesar a su antiguo trabajo y a su antigua vida, la cual creía haber dejado atrás, para vengarse de unos gansters, que, sin tener idea de quien es él, le han robado el coche y para mas inri, le han matado al perro, regalo de su difunta mujer y lo único que le quedaba como recuerdo de ella. De ahí que le llame con todo el cariño “EL PERRERO SUPREMO”, ya que durante las películas, John Wick será llamado de otras muchas formas. Su fama en el mundo de los asesinos, según parece, es legendaria, es considerado como el mismísimo diablo (en su segunda película, parte de la promoción dice “nunca apuñales al diablo por la espalda), como alguien peor que el hombre del saco, vamos, al que llamas para cargarse al hombre del saco; tanto es así, que en la primera película, el jefe de los gansters rusos y padre del sujeto que ha robado el coche y matado al perro de John Wick, en un principio, acojonado al saber lo que había echo su hijo, al no saber este con quien trataba, intentará compensar y solucionar el problema hablando con Wick, buscando una forma, la que sea para compensarlo, antes de que se desaten los 7 infiernos.
Pero lo que hace que estas películas sean tan buenas, es que no estamos ante el típico y tópico héroe invulnerable del típico cine de acción de otras épocas, que sin un rasguño mata a los malos y vuelve a su casa a tomar el café, aquí no. Puede que sea John Wick una leyenda, puede que sea el mejor en su trabajo en todo el mundo, pero sigue siendo humano y cuando te enfrentas con toda una organización criminal, llena de cientos de sujetos, es normal que te canses y que también recibas palos y heridas. Y eso es lo que mola, el ver, también, lo mal que lo pasa el personaje para conseguir su venganza, los tiros que recibe, los golpes, acaba echo un cristo. Pero es mortal, igual que los demás. Esto hace que se igualen las cosas y nos mantiene mucho más pendientes de la trama, ya que no se sabe que puede pasar.
Seamos sinceros, la historia en si, no es para tirar cohetes, la hemos visto muchas más veces en otras películas, pero, ¿Qué la hace aquí diferente?, a pesar de su simpleza hace que destaque la brillante forma en que esta llevada la película, el guión y la narrativa de la misma, dándole un empaque a la hora de desenvolver la historia que hace que esta gane muchísimos enteros. Todos los personajes son brillantes en estas dos películas de John Wick, pero si cabe, aún son mejores en su segunda película, donde a veces la carnicería perpetrada por John, queda en un segundo plano ante una mitología y unas reglas, a las cuales, él, también esta sujeto; por ejemplo, “No se mata en el continental”, (una serie de hoteles por todo el mundo al servicio de todos los asesinos del planeta y que ofrece distintos servicios, desde el de limpieza de escenas del crimen, hasta la curación del sujeto para evitar hospitales públicos, como aprovisionamiento de armas y blindaje, eso sí, siguen siendo hoteles de 5 estrellas para todo el mundo) y “Los pagares hay que cumplirlos”, última regla esta, que dará pie a la trama de su segunda película.
La acción en las dos películas no empieza ya desde el principio, bueno, en la segunda sí, ya que, empieza directamente donde acaba la primera. Lo que quiero decir es que todo esta medido, hay tiempo para entrar en detalles y en la trama de la misma, en ver lo que se viene encima y luego está el tiempo de la muerte y destrucción. Ya que una vez que empiezan los tiros, la acción va a ser continua y sin freno hasta el final de las películas. Esto alcanza un grado de orgásmico en su segunda película, sin duda mucho mejor que la primera, y mira que la primera es buena. Y en donde los pocos fallos que había en la primera, son resueltos y sus muchas virtudes, potenciadas, si cabe, aún más.
Y es que, como comentaba al principio de esta crítica, Keanu Reeves esta que se sale en el papel de John Wick, esta completamente en su salsa, un personaje ya madurito, quizá un poco oxidado en su trabajo, el cual hace tiempo que no realiza, pero que se pone al día en poco tiempo. Transmitiendo una energía y una presencia del personaje ante la cámara, con la cual se la come literalmente. Esta claro, que este actor, aún puede hacer muchas cosas buenas en el cine de acción, si se le dirige bien como es el caso.
Y así, vengando la muerte de su perro acaba la primera película de John Wick, pero, falta algo importante, y es su coche. El cual recuperará al principio de la segunda película, lo cual dará pie para que la trama continúe, ya que uno no puede volver a este mundo en busca de venganza y no esperar que ciertos sujetos, al saber que ha vuelto, lo busquen para que salde ciertas deudas que tenia pendiente. Da igual que haya sido una venganza pasajera John, has vuelto y tienes que cumplir el pagaré que dejé de cobrarte en su día, cuando te casaste. Y ahí empieza el lío.
Y es que con su segunda película, mucho mejor que la primera, John Wick vuelve para mostrarnos una cinta que repara algunos errores de la primera y que la mejora en todo lo demás. Su mitología, y el mundo en el que se mueve John, nos son ampliados, mostrándonos más cosas, explicándonos otras con las cuales nos quedamos con ganas de saber más de la primera. En definitiva,  completándonos un cuadro narrativo y argumental, del cual queríamos saber más y que con su primera película nos quedamos con las ganas. En este caso la segunda parte es mejor que la primera, rompiendo el dicho de que nunca segundas partes fueron buenas. En este caso no fue buena, fue mejor.
En definitiva, “Pacto de Sangre”, segunda película de John Wick, es más grande, con más acción, con más muerte y con más de todo. Pero manteniendo la brillante dirección y la genial narrativa de su predecesora. Sigue en esta también, la reiteración semántica de John, como leyenda a la que temer; llegando en su segunda película a extremos casi ridículos, pero que, y asómbrense, no queda mal, e incluso hace hasta cierta gracia dadas la situaciones que se dan durante la misma. Por lo cual, solo me queda recomendarles encarecidamente, si quieren pasar un buen rato y les gusta el cine de acción, se pongan a verlas ya. Sin lugar a dudas, películas ya de culto y que en su genero son de lo mejor que hay actualmente, contando además con un buen plantel de actores y una narrativa brillante.