jueves, 7 de enero de 2016

STEVE JOBS. LA BRILLANTEZ DE SORKIN.



STEVE JOBS. ATIPICO BIOPIC.
Y digo atípico, porque no se parece en nada a los típicos y tópicos biopics vistos hasta ahora. En unos años estos, en los que la novedad brilla por su ausencia y el riesgo de innovar con nuevas historias y planteamientos se cotiza muchísimo y es como encontrar una aguja en un pajar, este biopic, podría decirse que es esa aguja. En estas fiestas, y después de ver el remake del episodio IV de la Guerra de las Galaxias en forma de episodio VII, encontrarme con algo que no esperas, es ciertamente una bocanada de aire fresco. Pero como con todo, hay gustos para todos los tipos, y precisamente lo que hace muy disfrutable e interesante esta película para mi gusto, puede, justamente no serlo para otros.
De primeras, es necesario conocer un poco la figura del personaje. Si no se sabe quien es Steve Jobs, ni se conoce apenas nada de su figura y su historia, mejor absténganse de ver la película. Ya que la misma nos retratará este personaje a lo largo de solo 14 años de su vida. Más concretamente desde 1984 hasta 1998. Una de las épocas más turbulentas del personaje, que nos va a permitir a través de algún flash back ver de donde vino y de algunos comentarios, ver a donde irá. No hay un origen, ni un ascenso brutal, ni escenas donde se le vea como le llega la inspiración a este genio sociopata. Eso que mola tanto en cualquier biopic, no lo verán en este. Por eso precisamente comento que es totalmente atípico. Pero en eso precisamente radica su gracia y en su notable planteamiento narrativo, que hizo que se me pasase, literalmente, volando la película. Pero es que yo soy un gran admirador de Aaron Sorkin.
Y es que, aunque el director de la misma sea Danny Boyle, un director que también me agrada y mucho, se ve a las claras, como se aparta y deja literalmente los mandos del proyecto al guionista Sorkin. Y es que este biopic, es un producto Sorkin al 100%, con todo lo bueno y lo malo que eso supone. En mi caso bueno, para otras personas que no gustan de la forma de trabajar de este señor, supongo que malo.
Aaron Sorkin, siempre me ha gustado por su capacidad para la narrativa y los diálogos entre personajes. Diálogos y narrativa que muchos han tachado de intrascendente en cualquiera de sus tramas y trabajos, como “El ala oeste de la casa blanca” o “The Newsroom”, pero que otros como yo sabemos apreciar. Y es que la acción está muy bien, no lo negaré, pero a veces se puede hacer muy buen cine, sin ni siquiera una pizca de acción. Este es el caso de esta película, pero llevado a su extremo de brillantez. Tanto es así, que la trama, toda la trama discurre entre las bambalinas de tres presentaciones, de tres de los productos de Jobs, “1984 el Macintosh”, “1988 el ordenador Next” y “1998 el iMac”.
Seamos sinceros, no se si estas conversaciones y diálogos antes de esas presentaciones existieron o no, incluso aunque sean puramente ficticios, nos permiten ver de donde vino Steve Jobs y donde llegará. Nos permiten ver a un genio visionario, y nos plantean una cuestión, ¿se le tiene que perdonar todo simplemente por ser el visionario que fue?, ya que Steve Jobs es también un sociopata de manual, un empleador que trata a sus empleados como animales y un padre nefasto. Una persona en definitiva muy difícil de tratar y que a veces no quiere ver la realidad que le rodea. En estos diálogos y conversaciones, se ve a las claras, como esa negación de la realidad, le trajo muchos problemas, pero también le permitió alcanzar otros objetivos, que no hubiese podido conseguir de otro modo.
En ese sentido, estos diálogos, están centrados con sus más cercanos colaboradores en esas distintas fechas, amigos y periodistas. Y también nos muestran a un Jobs, resentido con apple, por no dejar que su visión de producto prosperase con el “apple 2, que es precisamente de lo que vivió durante muchos años la compañía. Una visión que negaba la compatibilidad con el resto del mercado, un producto cerrado en el que solo su creador pudiese acceder a él, más como una obra de arte, que un producto informático para el gran público. Este planteamiento al fin fue llevado a cabo, en parte, con el Macintosh, pero supuso su defenestración y su salida de la compañía que el fundó. Pero, ¿realmente fue así?
Michael Fassbender, Jeff Daniels, Kate Winstley, nos muestran con una soberbia actuación, que quizá no todo es como no lo pintan. Nos muestran a un maquiavelo que pensó a muy largo plazo y al cual, no le acompañaron los adelantos tecnológicos cuando el quería. Nos muestran como planifico su salida y su vuelta por la puerta grande y nos muestran como así se quita de en medio a todos aquellos miembros de su junta directiva, colaboradores e incluso amigos que le ayudaron a ser quien es, que no tienen visión, sea esta la correcta o la equivocada. Todo esto a través de discusiones y conversaciones en, simplemente, esas tres presentaciones que ya he comentado arriba. Brillante Sorkin, simplemente brillante. Como se puede contar tanto, simplemente con unos diálogos bien montados, sin apenas flash back. Como ya he comentado, este planteamiento no es del agrado de todos y por ahí leerán alguna otra crítica, en la que se criticará precisamente esto, que es lo que a mi me gusta de este hombre.
Steve Jobs, un personaje totalmente antisocial, excepto a la hora de presentar sus productos. Un personaje para el cual todo vale, si eso le permite alcanzar sus metas, desde las más bajas, a las más altas. Un personaje que niega su paternidad y arrastra públicamente por el fango a la madre de su hija. Un personaje, que al final y solo un poco, será capaz de empatizar con una sola persona, solo una, su hija y ya al final de la película. Una empatia y una promesa que precisamente, y aunque aún no lo supiese, le hará despegar a él y a su compañía en todo el mundo:

-         Jobs a su hija: “Estoy harto de verte llevar ese ladrillo para oír música (walkman), somos seres racionales, eso es antiestético, te prometo que pondré en tu bolsillo 100 canciones, que digo 100, 1000 canciones”