DENTRO DEL
LABERINTO. CLÁSICO ETERNO.
Dentro del laberinto, un clásico eterno, como uno
de sus protagonistas, el multifacético David Bowie. Nunca te olvidaremos Bowie,
nunca. Esta crítica y esta película es un recordatorio perfecto para ello. No
solo del buen cine, sino también de buena música. Ya que dentro del laberinto
es una película nacida en una de las mejores épocas cinematográficas de la
historia y heredera de una originalidad perdida a día de hoy. Una originalidad
a la hora de contar historias que convierte a estas películas en clásicas
películas de culto de todos los tiempos y que por desgracia también las
convierte en carne de cañón de posibles remakes. La calidad en la década de los
80 y 90 es algo para recordar, y para eso tenemos que dar las gracias.
GRACIAS
LUCASFILM LTD.
Si hay una productora que mas nos espoleo la
imaginación en aquellos maravillosos años, esa es la Lucasfilm ltd. Suyas son
muchas de las grandes sagas que nos han hecho soñar y que a día de hoy siguen
haciéndolo, como Indiana Jones o Star Wars. Así como también grandes películas,
llenas de aventuras, magia e imaginación como por ejemplo Willow o la que nos
toca ahora Dentro del laberinto o Labyrinth en ingles. Así que gracias
Lucasfilm, por ser y producir en aquella época esas maravillosas películas. La Lucasfilm de ahora………
bueno, no voy a hacer sangre ni leña del árbol caído.
GRACIAS JIM
HENSON.
Y si hay un director que nos ha alucinado con sus
obras de arte a la hora de crear criaturas fantásticas, ese ha sido Jim Henson.
Antes de ponerse a dirigir de forma magistral esta maravillosa aventura, ya nos
había encandilado con su trabajo en los teleñecos o en la archiconocida y
querida también “El Cristal oscuro”. Otra obra maestra y de arte que a buen
seguro merece mención aparte en el futuro en otra crítica. Pero ahora estamos
con Dentro del laberinto, una película en la que sus dos protagonistas de carne
y hueso, Jennifer Connely y David Bowie, nos sumergen en una rica experiencia
creativa en la que podría ser su obra más variada e imaginativa de toda su
carrera, por la creación de criaturas de todo tipo para esta película, con un
exquisito toque artesanal que ya se ha perdido, debido sobre todo al ordenador
y a las pantallas verdes u azules, lo mismo me da. Una lástima, ya que todas
las criaturas que salen en esta película, desprenden un realismo y una magia
que ya no ve en el cine de hoy. Por eso, no puedo sino que llorar de pena
cuando alguien se mete con esta película diciendo que sus efectos especiales
han envejecido muy mal. Lloro, por la ignorancia supina y por que el respeto al
trabajo hecho cuidadosamente a mano no se valora tanto como se debería. Por eso,
y de vez en cuando, disfruto y me lleno de emoción y alegría viendo esta gran
película que realizaste Jim. Estés donde estés, muchas gracias.
GRACIAS
DAVID BOWIE Y TREVOR JONES.
Otro de los puntos importantes de esta película es
su música, sus canciones y su banda sonora. Si Henson con la ayuda de Brian
Froud, logró dar una humanidad y hacer creíbles y queridos a unos personajes
creados por su imaginación, Trevor Jones y David Bowie los dotaron de alma,
realizando una de las mejores bandas sonoras que se han realizado en la
historia. No todo el merito es del gran Bowie, Trevor Jones, un compositor que
por aquel entonces y en aquellos años fue muy prolífico, ayudo a Bowie con sus
temas instrumentales basados en las canciones del camaleónico cantante,
logrando un acompañamiento único y espectacular a lo largo de toda la película.
Haciendo y logrando lo que debe hacer una Banda sonora, que parece que muchos
compositores de hoy en día han olvidado, y es dotar de un gran acompañamiento a
determinadas escenas y momentos de la película. Las canciones y los números
musicales que David Bowie compuso para esta película son simplemente geniales.
Así que gracias David, gracias Trevor, gracias por ofrecernos una de las
mejores partes de vuestra creatividad en esta película.
DENTRO DEL LABERINTO.
“Dame el niño, por increíbles peligros e
innumerables fatigas, me he abierto camino mas allá de la ciudad de los
goblins, para recuperar el niño que me has robado. Porque mi voluntad es tan
fuerte como la tuya y mi reino igual de grande… ¡No tienes poder sobre mí.”
Esta película es un clásico atemporal, ya por
derecho propio, del cine contemporáneo. En ella se cuenta una historia, un
cuento visual narrado de forma brillante y acompañado de las criaturas más
variopintas que la mente del gran Jim Henson parió. Al final de esta
entretenida historia, estas criaturas, sean de los buenos o incluso de los
malos, todas ellas, ya se han ganado nuestra simpatía y devoción eterna.
Henson no se lía como muchos directores de hoy en
día, con tramas imposibles, ideas preconcebidas o diálogos transcendentales.
No, no se complica la vida, e intenta contarnos una historia bien sencilla, y
lo consigue de manera magistral, logrando una empatía con el público que no
muchas películas tienen. Todo esto lo logra por una trama bien contada y
también a la honestidad del director y de su trabajo en la dirección de la misma.
No nos engaña a la hora de plantear el desarrollo que va a llevar la película.
Y esa honestidad se agradece, bien podrían tomar nota otros directores en este
sentido, y no quiero decir nombres.
Hay que decir que las expectativas del estudio
hacia este proyecto nunca fueron tan halagüeñas, querían hacer una película que
fuese una aventura fantástica y que se amoldase a los clichés de ese genero en
particular, y aunque la película cumple todos los criterios a rajatabla, nunca
nadie se imaginó que llegaría a convertirse en una obra de culto, ni que
entraría en el imaginario popular de toda una generación. La historia de Jim
Henson esta tan bien contada y dirigida y su narrativa es tan buena (debido
sobre todo a los matices que aportan las criaturas de Henson), que
nadie a día de hoy dudaría de ese resultado.
Las referencias a “Alicia en el país de las
Maravillas” o a “El mago de Oz” son más que evidentes y el entorno en el que se
desarrolla es imaginativo, onírico y brillante a más no poder. En ese ambiente,
David Bowie en el papel de Jareth, el rey de los goblins, esta y se desenvuelve
como pez en el agua, con sus vistosos atuendos y su soberbia interpretación. En
este sentido, Jennifer Connely tampoco se queda atrás. Porque, vaya
descubrimiento el suyo, por dios. Que descubrimiento el de una jovencísima y
preciosísima Connely, que, seamos sinceros, nos enamoró a todos, incluido al
mismísimo rey de los goblins.
La historia trata y se centra en Sarah, una joven
adolescente, huérfana de madre, la cual se ve abocada al rescate de su hermano
pequeño, que se encuentra en poder del Rey de los goblins, debido a un arrebato
suyo. Nadie podría imaginarse que la joven Sarah tiene la llave para entrar a
un mundo fantástico que según parece, solo ella conoce. Con el tiempo en su
contra, Sarah con la ayuda de ciertos personajes que se ira encontrando a lo
largo de su periplo por el laberinto, intentará superar todas las pruebas y
trampas que le coloca el rey de los goblins, e intentará llegar al centro mismo
de su reino para recuperar a su hermano. A pesar del amor incondicional que el
rey de los goblins le profesa, y de la promesa de todo su reino para
compartirlo con ella, Sarah, será victima de sus tentaciones una y otra vez.
Pero al final lograra imponerse y recuperar a su hermano.
Así que si quieren disfrutar de una aventura llena
de criaturas fantásticas, y que a pesar de la simpleza de su trama, resulta
tremendamente entretenida y emocionante, llena de humor y fantasía, no lo
duden. Déjense atrapar por sus maravillosas y oníricas escenas. Déjense llevar
por Bowie, Henson y Connely más allá de la ciudad de los goblins, porque
nuestra voluntad de ir con ellos, es tan fuerte como la suya y nuestra
devoción, igual de grande.