viernes, 1 de abril de 2016

Dentro del Laberinto. En recuerdo a David Bowie.

DENTRO DEL LABERINTO. CLÁSICO ETERNO.
Dentro del laberinto, un clásico eterno, como uno de sus protagonistas, el multifacético David Bowie. Nunca te olvidaremos Bowie, nunca. Esta crítica y esta película es un recordatorio perfecto para ello. No solo del buen cine, sino también de buena música. Ya que dentro del laberinto es una película nacida en una de las mejores épocas cinematográficas de la historia y heredera de una originalidad perdida a día de hoy. Una originalidad a la hora de contar historias que convierte a estas películas en clásicas películas de culto de todos los tiempos y que por desgracia también las convierte en carne de cañón de posibles remakes. La calidad en la década de los 80 y 90 es algo para recordar, y para eso tenemos que dar las gracias.
GRACIAS LUCASFILM LTD.
Si hay una productora que mas nos espoleo la imaginación en aquellos maravillosos años, esa es la Lucasfilm ltd. Suyas son muchas de las grandes sagas que nos han hecho soñar y que a día de hoy siguen haciéndolo, como Indiana Jones o Star Wars. Así como también grandes películas, llenas de aventuras, magia e imaginación como por ejemplo Willow o la que nos toca ahora Dentro del laberinto o Labyrinth en ingles. Así que gracias Lucasfilm, por ser y producir en aquella época esas maravillosas películas. La Lucasfilm de ahora……… bueno, no voy a hacer sangre ni leña del árbol caído.
GRACIAS JIM HENSON.
Y si hay un director que nos ha alucinado con sus obras de arte a la hora de crear criaturas fantásticas, ese ha sido Jim Henson. Antes de ponerse a dirigir de forma magistral esta maravillosa aventura, ya nos había encandilado con su trabajo en los teleñecos o en la archiconocida y querida también “El Cristal oscuro”. Otra obra maestra y de arte que a buen seguro merece mención aparte en el futuro en otra crítica. Pero ahora estamos con Dentro del laberinto, una película en la que sus dos protagonistas de carne y hueso, Jennifer Connely y David Bowie, nos sumergen en una rica experiencia creativa en la que podría ser su obra más variada e imaginativa de toda su carrera, por la creación de criaturas de todo tipo para esta película, con un exquisito toque artesanal que ya se ha perdido, debido sobre todo al ordenador y a las pantallas verdes u azules, lo mismo me da. Una lástima, ya que todas las criaturas que salen en esta película, desprenden un realismo y una magia que ya no ve en el cine de hoy. Por eso, no puedo sino que llorar de pena cuando alguien se mete con esta película diciendo que sus efectos especiales han envejecido muy mal. Lloro, por la ignorancia supina y por que el respeto al trabajo hecho cuidadosamente a mano no se valora tanto como se debería. Por eso, y de vez en cuando, disfruto y me lleno de emoción y alegría viendo esta gran película que realizaste Jim. Estés donde estés, muchas gracias.
GRACIAS DAVID BOWIE Y TREVOR JONES.
Otro de los puntos importantes de esta película es su música, sus canciones y su banda sonora. Si Henson con la ayuda de Brian Froud, logró dar una humanidad y hacer creíbles y queridos a unos personajes creados por su imaginación, Trevor Jones y David Bowie los dotaron de alma, realizando una de las mejores bandas sonoras que se han realizado en la historia. No todo el merito es del gran Bowie, Trevor Jones, un compositor que por aquel entonces y en aquellos años fue muy prolífico, ayudo a Bowie con sus temas instrumentales basados en las canciones del camaleónico cantante, logrando un acompañamiento único y espectacular a lo largo de toda la película. Haciendo y logrando lo que debe hacer una Banda sonora, que parece que muchos compositores de hoy en día han olvidado, y es dotar de un gran acompañamiento a determinadas escenas y momentos de la película. Las canciones y los números musicales que David Bowie compuso para esta película son simplemente geniales. Así que gracias David, gracias Trevor, gracias por ofrecernos una de las mejores partes de vuestra creatividad en esta película.
DENTRO DEL LABERINTO.
“Dame el niño, por increíbles peligros e innumerables fatigas, me he abierto camino mas allá de la ciudad de los goblins, para recuperar el niño que me has robado. Porque mi voluntad es tan fuerte como la tuya y mi reino igual de grande… ¡No tienes poder sobre mí.”
Esta película es un clásico atemporal, ya por derecho propio, del cine contemporáneo. En ella se cuenta una historia, un cuento visual narrado de forma brillante y acompañado de las criaturas más variopintas que la mente del gran Jim Henson parió. Al final de esta entretenida historia, estas criaturas, sean de los buenos o incluso de los malos, todas ellas, ya se han ganado nuestra simpatía y devoción eterna.
Henson no se lía como muchos directores de hoy en día, con tramas imposibles, ideas preconcebidas o diálogos transcendentales. No, no se complica la vida, e intenta contarnos una historia bien sencilla, y lo consigue de manera magistral, logrando una empatía con el público que no muchas películas tienen. Todo esto lo logra por una trama bien contada y también a la honestidad del director y de su trabajo en la dirección de la misma. No nos engaña a la hora de plantear el desarrollo que va a llevar la película. Y esa honestidad se agradece, bien podrían tomar nota otros directores en este sentido, y no quiero decir nombres.
Hay que decir que las expectativas del estudio hacia este proyecto nunca fueron tan halagüeñas, querían hacer una película que fuese una aventura fantástica y que se amoldase a los clichés de ese genero en particular, y aunque la película cumple todos los criterios a rajatabla, nunca nadie se imaginó que llegaría a convertirse en una obra de culto, ni que entraría en el imaginario popular de toda una generación. La historia de Jim Henson esta tan bien contada y dirigida y su narrativa es tan buena (debido sobre todo a los matices que aportan las criaturas de Henson), que nadie a día de hoy dudaría de ese resultado.
Las referencias a “Alicia en el país de las Maravillas” o a “El mago de Oz” son más que evidentes y el entorno en el que se desarrolla es imaginativo, onírico y brillante a más no poder. En ese ambiente, David Bowie en el papel de Jareth, el rey de los goblins, esta y se desenvuelve como pez en el agua, con sus vistosos atuendos y su soberbia interpretación. En este sentido, Jennifer Connely tampoco se queda atrás. Porque, vaya descubrimiento el suyo, por dios. Que descubrimiento el de una jovencísima y preciosísima Connely, que, seamos sinceros, nos enamoró a todos, incluido al mismísimo rey de los goblins.
La historia trata y se centra en Sarah, una joven adolescente, huérfana de madre, la cual se ve abocada al rescate de su hermano pequeño, que se encuentra en poder del Rey de los goblins, debido a un arrebato suyo. Nadie podría imaginarse que la joven Sarah tiene la llave para entrar a un mundo fantástico que según parece, solo ella conoce. Con el tiempo en su contra, Sarah con la ayuda de ciertos personajes que se ira encontrando a lo largo de su periplo por el laberinto, intentará superar todas las pruebas y trampas que le coloca el rey de los goblins, e intentará llegar al centro mismo de su reino para recuperar a su hermano. A pesar del amor incondicional que el rey de los goblins le profesa, y de la promesa de todo su reino para compartirlo con ella, Sarah, será victima de sus tentaciones una y otra vez. Pero al final lograra imponerse y recuperar a su hermano.
Así que si quieren disfrutar de una aventura llena de criaturas fantásticas, y que a pesar de la simpleza de su trama, resulta tremendamente entretenida y emocionante, llena de humor y fantasía, no lo duden. Déjense atrapar por sus maravillosas y oníricas escenas. Déjense llevar por Bowie, Henson y Connely más allá de la ciudad de los goblins, porque nuestra voluntad de ir con ellos, es tan fuerte como la suya y nuestra devoción, igual de grande.