jueves, 10 de abril de 2014

Para una buena tarde de sábado.

Los hombres que miraban fijamente a las cabras. Brillante rayada.
Vaya rayada, encima se basa, presuntamente en hechos reales, lo cual no deja de ser más disparatado aún, aunque claro, si las cosas malas no dejan de asombrarnos por la televisión, porque no también las cosas graciosas. La frase con la que finaliza la película, y que dice mucho de lo que se pueden esperar de ella es esta y créanme no está sacada de contexto:

“Cuando veo lo que ocurre en el mundo, se que ahora más que nunca, tenemos que ser todo lo que podamos ser, ahora más que nunca necesitamos a los Jedi”
La película es un canto a la libertad, a dar lo mejor de nosotros mismos, a ser mejores personas, prácticamente casi parece el manual del movimiento hippie, aunque toda la historia se desarrolle en un ambiente militar y de guerra continua. De ahí el contrapunto de la historia, que no para de descolocarte con la increíble historia que te cuenta y con los absurdos personajes que la pueblan.
La historia de un periodista fracasado, tanto en su trabajo como en su vida personal, que al seguir el hilo de una historia, ni se imagina que acabará al otro lado del mundo en plena guerra de Irak. No se imagina que conocerá a los más extravagantes personajes que jamás se haya cruzado en su vida. No se imagina que será participe de una increíble historia y un secreto militar que pocas personas han conocido, y aunque al final muy pocos le crean, y su historia apenas vea la luz, para él, para Bob Witon el personaje interpretado magistralmente por Edwan Mcgregor, supondrá un cambio radical de su personalidad para mejor, se convertirá de corazón en un “Jedi” y dejará el lado oscuro que hasta ahora había impregnado su vida.
¿Que tienen que ver los Jedi de la guerra de las galaxias en esta historia? Bien gracias a Bill Django, el comandante en jefe de la división especial del ejército encargada de hacer la guerra psíquica, interpretado por Jeff Bridges, tendrán un papel importante (un personaje muy parecido a “El Nota” de “El Gran Lewosky”). Ya que, después de todo, hay que dar un nombre a los hombres entrenados en esta división. ¿Cómo llamaríais vosotros a un hombre que puede matar a una cabra con su fuerza mental con solo mirarla? De ahí, que el personaje de Bill Django les dé este nombre. Fan de las películas de la guerra de las galaxias y a pesar de ser un alto mando del ejército, es un hippie redomado que consume  y hace consumir habitualmente drogas a sus hombres. En fin una locura de pensarlo y las motivaciones para la creación de esta división, son aún más increíbles.
Todo se basa en un falso rumor que en plena guerra fría los aliados ingleses filtraron como una mentira u broma a los rusos del telón de acero, el resultado de una operación, fue conseguido gracias a los poderes mentales de la división psíquica del ejercito estadounidense, capaces de leer mentes, ver el futuro, matar con el pensamiento… entre otras curiosas cosas. Acto seguido, los rusos empezaron a formar su propio programa, creyendo que era cierto. Lo cual desemboco en que la mentira y la broma tomasen visos de realidad. Con lo cual, al final, el ejército americano, como contrapunto a los rusos, montaron aquel programa, que en un principio fue una broma. Buffff las vueltas que da la vida.
Como dice la frase del inicio de la película, “mucho de lo que se cuenta en ella es verdad, si realmente estás dispuesto a creértelo”. Bien yo quiero creérmelo, ya que así pasas un rato verdaderamente divertido viendo esta película, con continuos flasbascks que nos cuentan como se ha llegado a esa alocada situación. Cosas más difíciles se han visto y no seré yo quien las niegue. Una gran película para verla tranquilo en casa y echarte unas risas, muy entretenida y con un gran plantel de actores.
Merece la pena verla, tiene grandes momentos y no se con cual quedarme o con cual me he reído más. No se si cuando toda una base de Irak en plena guerra, acaba con todos sus soldados colocados con LSD. O, si no fuese una tortura,  cuando bombardeaban a los prisioneros irakies en plan la naranja mecánica con luces de colores y estímulos visuales para hacerles perder el contacto con sus sentidos, todo ello con la música de fondo de la canción de “Quiero” de Barny el dinosaurio durante 24 horas sin interrupción. O, por ejemplo, la que se conoció en la prensa internacional como la batalla de Ramada, con 12 heridos de balas, la mayoría civiles, un tiroteo en el que se vieron involucradas un par de compañías de seguridad americanas (mercenarios) que como otras muchas compañías en esa época, hicieron su agosto en Irak. Más tarde se supo, que no hubo ningún ataque irakí, y que ambas compañías se estaban disparando entre sí. Una puñetera locura que se puede ver en una de las muchas escenas delirantes de esta película.
En definitiva una brillante rayada que quiero creer que fue real en parte, como comentan al inicio de la misma. El mundo es mucho más chulo e interesante con personas como las que salen en esta película pululando por ahí, el mundo es mejor con Jedi por ahí.

miércoles, 2 de abril de 2014

ROONALD D MOORE LO VUELVE A CONSEGUIR CON HELIX.

HELIX: Un final de temporada en cada capítulo.
Roonald D Moore, nos sorprendió gratamente hace unos años con la fantástica adaptación y modernización de la clásica BattleStar Galactica. Logrando no solo mejorar y elevarse mucho más que su predecesora, sino conseguir una de las mejores series de la última década, sin ni siquiera entrar en si es de un género u otro. Bueno ahora, sin tener una base previa sobre la que trabajar, crea Helix, manteniendo un formato muy similar, en cuanto a guión e historias que tan buen resultado le dio con BattleStar Galactica.
Y es que hay series que merecen la pena ser vistas por sus grandes actuaciones, sus historias y sus giros argumentales que te hacen que desees saber como sigue la cosa en el siguiente episodio, como es el caso de Helix. Una serie que logra que cada capítulo acabe como si fuese el final de una gloriosa temporada. Con tensión, acción y una curiosidad, que va alcanzando límites estratosféricos y que por lo tanto te obliga a seguir viéndola, a ver como se termina el desarrollo de la trama. Supongo que debería ser delito tener a la gente así, de esta manera, con esta tensión y ansias por saber más de la historia, pero por suerte no lo es. Y después de ver esta primera temporada, parece ser que los errores en ese sentido de otras series que caminaron por este mismo camino, como por ejemplo Perdidos, no van a ser repetidos. Ojala sea así. De momento, después de ver la calidad de la historia, el guión y las actuaciones, que se haya renovado para una segunda temporada, era una necesidad más que un hecho.
Una de las cosas que más me han sorprendido al terminar de ver la primera temporada de esta serie, es su capacidad de cambio, sobre todo en el último capítulo de su temporada. Mientras que otras series, seguirían temporada por temporada en el entorno argumental con el que comienza la misma, Helix, plantea y abre una serie de puertas argumentales muy, pero que muy interesantes que permiten a la historia crecer, por donde le de la gana y sin restricciones de ningún tipo.
La explicación, por si no lo han entendido, es simple como el inicio de su historia. Un grupo de científicos del Centro de Control de Enfermedades, se desplazan de manera urgente, por un aviso, a una solitaria e inaccesible base en el ártico, propiedad de una corporación privada, para responder ante la llamada de un terrible brote de un nuevo y extraño virus. Un virus, tan letal que puede acarrear la extinción de la raza humana. Es una suerte que el virus haya sido descubierto en un entorno tan inaccesible y aislado ¿verdad? o puede que no haya sido suerte y todo este planeado. Aquí comienza la serie, que bien podría haber seguido temporada tras temporada en esa base. Montando un guión tipo “La Cosa” de John Carpenter. Y aunque es así como empieza y seguramente  muchos seguirían ese cordel y esa línea de razonamiento hasta la extenuación o la perdida de audiencias, ya hacia la mitad de su temporada, la historia nos muestra lo compleja que se puede poner, planteando cada vez más incógnitas, conforme se van resolviendo problemas. Y ya el final de la temporada, nos da un toque de lo verdaderamente grande que puede llegar a ser esta serie si no la cagan y siguen haciendo un trabajo tan excelente como el que hasta el momento han realizado sus guionistas.
El plantel de actores es bastante bueno, aunque hay algunos que sobresalen más que otros. Billy Campbell como el Dr. Alan Farragut, que ya ha salido en otras series, es protagonista de la misma. Un buen actor que se come literalmente la cámara junto con Hiroyuki Sanada como el Dr. Hiroshi Hatake. Este último será más conocido por verlo en el cine en películas como “El último samurai”, “Shunsine” o incluso en varias temporadas de la serie “Perdidos”. Sanada representa un papel muy difícil y de continuo cambio, ya que no sabemos realmente de parte de quién esta. Un secreto que solo se sabrá en el último capítulo de la temporada.
La serie está muy bien montada, recordándonos a grandes películas del género, no solo a la ya mencionada “La cosa”, por el ambiente tan inhóspito en el cual se desarrolla la acción, sino también a “Alien el 8º pasajero” en cuanto al ambiente cerrado y claustrofóbico, en donde la amenaza de los infectados puede llegar en cualquier momento. Sin contar con los grandes contrastes con los que cuenta esta serie.
Esos contrastes son una cosa buena de la serie. Un contraste que empieza con una música que muchos podrían decir que es totalmente inadecuada a las terribles imágenes que llegan a aparecer en la pantalla. Pero, que yo pienso, que le dan un contrapunto y permiten quitarle algo de dramatismo. Otro contraste es el virus o todo lo relacionado con él. Es decir, todo en la base es blanco, inmaculado, incluso la localización de la misma a pesar de sus terribles condiciones meteorológicas, pero cuando llega el virus, todo es negro, la sangre, las muertes, la saliva con la que los infectados que no mueren contagian a los demás. Mola.
En fin, Helix, va complicando, conforme pasan sus capítulos cada vez más su trama, con sorpresas y giros inesperados, sobre todo al final de los mismos. De ahí que un poco más arriba pusiese lo de un final de temporada en cada capítulo. En definitiva Helix cumple sobradamente las expectativas y aunque en un primer momento y en sus primeros capítulos, el argumento no es muy original con respecto a todo lo que se ha visto a día de hoy, su desarrollo capitulo a capítulo y el desenlace final de la temporada, deja un margen muy amplio para futuras sorpresas argumentales. Sorpresas que todos los que hemos visto esta serie esperamos con ansia. En mi caso, ansias mal sanas. Déjense de jodiendas y pónganse a ver esta entretenidísima serie, vale la pena y mucho.