sábado, 1 de octubre de 2016

VIVAN LOS 80!! VOL II. STRANGER THINGS.



STRANGER THINGS. BRILLANTE PROYECTO QUE APELA A NUESTRA NOSTALGIA.
Y es que eso es precisamente el punto fuerte de Stranger Things, su apuesta nostálgica muy, pero que muy medida y precisada, casi como si de un producto manufacturado específicamente para un segmento determinado de población se tratase. Es más, creo que esa ha sido la intención, ya que las referencias a cine, tv y literatura de esa época son tantas, que no cabe otra explicación posible.
Pero donde radica su mayor fuerza, también está su mayor debilidad. Y es que aquellos nacidos en los 90 en adelante, verán esta serie, como una buena serie, con una buena historia, pero poco más. Ese plus, ese empujón que he permitido que Stranger Things se convirtiese en la serie revelación del verano del 2016 ha sido por nuestro visionado. De gente que crecimos en esos años 80 o de gente mayor y que aún se acuerda de esos años y de lo que aconteció en ellos. Para todos nosotros va dirigida esta serie, exclusivamente para nuestro disfrute, en ese sentido chapó por los realizadores de la misma, les compro el producto, pero que no se crean que no me he dado cuenta de la jugada ni me tomen por tonto.
Con solo 8 episodios, sin promoción ninguna, llegó Stranger Things. Pero a pesar de la soberbia ambientación que como he comentado arriba apela a nuestra nostalgia, ST también es una serie que conmueve mucho, si a eso añadimos sus continuos homenajes y guiños al cine de los 80 (Spielverg sobre todo), o tramas sacadas y casi calcadas de algunos de los mejores libros de esos años de Stephen King, tenemos una serie redonda, llena de aventuras, misterios, amistad y sobre todo Dungeons and Dragons, el juego de rol. Cuya importancia en la trama de la serie es sobrecogedoramente brillante. Incluso los personajes lo juegan en su versión fotocopiada del original, igual que yo en su día. Detalles tan cuidados como ese y otros es lo que convierten a ST en una gran serie. No se dejan nada al azar.
No es de extrañar esta calidad en ST, ya que los hermanos Matt y Ross Duffer creadores de la misma, son también los responsables de la gran Wayward Pines, otra serie que juega al igual que ST muy bien con el misterio. Un misterio que rodea a un pequeño pueblo, con hombres de negro, amigos con bicicletas y walkies, monstruos de dimensiones paralelas, música ochentera, etc. Todo esta ahí, retratado a la perfección. ST nos propone una historia de amistad, en la que a pesar de lo inconmensurable que puedan parecer los obstáculos a superar, si todos los personajes se unen y hacen su mejor esfuerzo, se puede lograr todo. Una premisa que se vio en multitud de ocasiones en el cine de esos años y que la verdad se echaba en falta. De ahí el éxito de esta serie.
El formato Netflix de estrenar la serie con todos sus capítulos, le hace muy bien a ST, ya que un capitulo piloto no podría ni de lejos, habernos llamado tanto la atención y meternos tanto en materia como un visionado continuado y seguido de todos sus capítulos. Ya que no es hasta el segundo o tercer capítulo en el que te das cuenta de que estas irremediablemente enganchado a esta historia. Pero tienen que pasar varios capítulos para ese momento. De ahí que el formato Netflix, le vaya tan bien y de que con 8 capítulos haya sido más que suficiente. Mas capítulos, y haber alargado más la trama, lo único que hubiese logrado es diluir más la historia de lo necesario y incluso haberla hecho pesada. En ese sentido ST esta equilibrada al milímetro, muy bien concebida incluso en su formato de capítulos y el desarrollo de la trama durante los mismos. El gran problema es, si serán capaces para su segunda temporada de alcanzar el nivel y el listón que tan alto han puesto con su primera temporada. Todo un reto ciertamente.
Si nos retiramos un poco, nos retrotraemos de esa entrega brutal a la nostalgia y intentamos ser algo objetivos, cosa muy difícil, vemos quizá un poco lo más flojo de la serie que son sus personajes. Con esto no quiero decir que están mal, ni mucho menos, muchas series ya querrían tener un desarrollo de personajes como el de ST, pero tampoco son para tirar cohetes. Ya que sujetos a una trama que se tiene que cerrar en 8 capítulos, algunos de ellos, tienen historias un poco precipitadas, como la del Sheriff o la madre desesperada que busca a su hijo (Wynona Ryder), un poco sobreactuada e histriónica a mi parecer.
Aunque no llega a tener la seriedad, ni el tema conspiranoico tan dramático como lo tuvo Expediente X en esos años, ST lo mezcla todo con otra serie de géneros de la época, logrando un rebujo y un gazpacho veraniego muy fresco y que entra muy bien. En ese sentido no es de extrañar que debido al éxito en tv y redes sociales, ya se esté trabajando en su segunda temporada.