jueves, 29 de mayo de 2014

Un simple en la casa blanca.

W. DE OLIVER STONE. DESDE EL PUNTO DE VISTA POLÍTICO Y BIOGRÁFICO. CUMPLE SU COMETIDO.
Y es que a mi parecer Oliver Stone ha logrado ampliamente lo que tenía pensado realizar con esta película sobre el ahora ex presidente de los EEUU George W. Bush, una película  biográfica y política del personaje, muy buena y muy fiel. Sin entrar en los detalles mas escabrosos de su juventud (aunque hace referencia a todos ellos a lo largo del metraje) y concentrándose más en como un niño pijo, borracho, pero con la ayuda de su papa, llego a convertirse en presidente de los EEUU, y en las decisiones que le llevaron a la guerra de Irak y a desestabilizar todo Oriente Medio y colocarnos en la situación política internacional en la que nos encontramos actualmente.
Oliver Stone, no es santo de mi devoción. Y aunque todos conocemos su vena revolucionaria, cuando esta toca a quien lo merece, suele sacar productos con una crítica brutal hacia el sistema o hacia una persona en particular como es el caso. La crítica es buena, siempre que sea en su justa medida y en este caso lo es. Y permítanme alabar el gran papel y caracterización que realiza Johs Brolin de Bush.
Es también muy interesante ver en esta película desde un punto de vista personal las distintas relaciones que se dan entre los hombres del presidente. El hecho de ver como interactúan entre si, es llamativo e instructivo a partes iguales. Ver al prepotente de Dick Cheney o “vice” como lo llamaba Bush, la pelota de Condoliza Rice, diciendo si a todo, y solo centrada en mantenerse en el cargo a cualquier precio; o a Colin Pawel (que trabajó también con Bush padre) como un pepito grillo que contra viento y marea intenta lograr que las decisiones de Bush hijo vayan por otros derroteros, ver como no lo logra y como se queda apagado por el maremagnun que rodea al presidente y que solo alienta sus más locas ideas fantásticas. Al final, Pawel rendido ante la evidente falta de sentido común y con una relación más que cuestionable con el vicepresidente (en realidad de odio), entra en el juego del resto de personas que rodean a Bush. (Si no puedes convencerlos o vencerlos, pues únete a ellos).
Bush una persona retratada en esta película como un simple con buenas intenciones, pero a veces los simples con una visión simplista del mundo en la cual o eres bueno o eres malo y estás en el eje del mal, pueden provocar más daño y locura que una persona mala con malas intenciones. (En este sentido me recuerda muchísimo a ZP y a su gabinete, parecen cortados con el mismo patrón, aunque ZP de simple tenía bien poco).
Las actuaciones están impecables, sobre todo la del actor protagonista, Josh Brolin haciendo y manteniendo esos Tics de Bush y esos destalles de su personalidad que a mi y a muchos otros (supongo) nos habían pasado inadvertidos. En ese sentido borda al personaje, (como ya he comentado más arriba) todos los demás personajes, están también bien. Muy bien dirigida y montada, no para echar cohetes ni para ganar un oscar pero con una labor de producción muy bien desarrollada. El director con un acierto magnifico a mi parecer, enfatiza los momentos claves de la historia del personaje con canciones de época que le van muy al pelo a la situación que se está desarrollando en esos momentos en la pantalla. Estos momentos pueden ser muy serios, como la decisión de la guerra de Irak o momentos para echarse las manos a la cabeza y asustarse, sobre todos aquellos en los cuales se ve más claramente la caótica personalidad del presidente.
Comparándolo con nuestro país, la impresión que me da, es la de un cateto de pueblo pero de una familia muy rica de España, que llega, siempre con la ayuda de terceros en la sombra y amigos de la familia, a convertirse en presidente de nuestro país (Aunque en este caso, la realidad se acerca a la ficción, ya que algunos de nuestros ministros se las dan de tener toda la razón del mundo y son gente en algunos casos con solo el graduado escolar y poco más).
En definitiva, me gusta este tipo de cine, los biopic sobre personajes históricos y por eso supongo que me ha gustado tanto la película. Al igual que no os recomendaría un wentern por muy bueno que fuera si realmente no os gusta el genero en cuestión, lo mismo pasa con esta película, si os gusta el cine político y sobre todo biográfico que detalla acontecimientos que ya son historia, pues no deberías perdérosla, sobre todo porque se ve lo que se cocía en la trastienda de una administración que para bien o para mal, determinó geográficamente y políticamente muchas escenarios internacionales, los cuales los estamos sufriendo ahora.




martes, 6 de mayo de 2014

El adiós de un genio.


El VIENTO SE LEVANTA. LA DESPEDIDA POR TODO LO ALTO DE DIOS MIYAZAKI.
Se nos va Miyazaki como director. Lo echaremos de menos, pero se nos va por la puerta grande y de la mejor forma que sabe, haciendo películas de calidad soberana. Y sobretodo, dándonos su última sorpresa como director, haciendo un cambio radical en el tipo de cine que ha marcado toda su filmografía a lo largo de los años, sin por eso, perder un ápice del buen cine al que nos tiene acostumbrados.
El viento se levanta, hay que vivir”. Así reza esta frase del poeta francés Paul Valery, que va a servir de inspiración para la trama y el guión durante toda la película. Un biopic sobre la vida del ingeniero aeronáutico Jiro Horikoshi. Un drama sumamente bien rodado y una grandísima película histórica. Pero una película para adultos. Sí, por primera y última vez en su filmografía Miyazaki ha rodado una película centrada mucho más en el público adulto que en el infantil. Tanto es así, que bien podría haberse rodado esta película sin ser una película animada, de imagen real y no hubiera perdido por ello nada de todo lo que la hace grande.
La historia se centra en este ingeniero, al cual la historia lo reconocería sobre todo por ser el creador de los aviones de combate japoneses Zero, que durante la segunda guerra mundial, tanto terror causaron. Es una lástima que a gente tan competente y visionaria como Jiro Horikoshi y otros muchos ingenieros aeronáuticos se les conozca por el mal uso que la gente da a sus creaciones. Esa es una reivindicación muy patente que durante toda la película se pone de manifiesto gracias al genio de Miyazaki.
A Jiro le encanta volar, y aunque no esta llamado a ser un buen piloto, si que esta llamado a diseñar grandes aviones y a hacer despegar la tecnología e industria aeronáutica de su país, sumamente retrasada respecto a la occidental. A través de los sueños, muchos de ellos premonitorios, Jiro vera como su trabajo se usará para la destrucción, pero también conocerá a otros grandes ingenieros con los cuales compartirá deseos y sueños de fabricación de grandes aviones.
Jiro es un idealista y a lo largo de toda la película, que abarca gran parte de su vida, nos mostrará su gran pasión por los aviones, pasión que no es casualidad que comparta con el director de esta película, Miyazaki. El cual nos ha hecho gala de ello a lo largo de toda su filmografía, mostrándonos incluso el mismo cielo de los aviones que aparece en la grandiosa Porco Rosso.
La pasión de Jiro y su historia nos llevará por los años previos a la segunda guerra mundial. A través de intercambios, Jiro visitará la Alemania previa al ascenso de Hitler y pasará de puntillas delante de otros grandes eventos de la historia. Pero la historia que nos cuentan no es esa, sino la de la pasión por construir aviones de Jiro. Sin dejar por ello, de mostrarnos la película una crítica velada y muy inteligente a la guerra y a sus consecuencias. Con lo cual, el mensaje pacifista de Miyazaki está ahí, como en el resto de sus películas.
Miyazaki se emplea a fondo y no nos deja sin contar nada de la historia de Jiro, desde su juventud, su aprendizaje y estudios, su edad adulta pasando a trabajar a la fabricación de aeroplanos en la fábrica de Mitsubishi, así como el conocimiento del amor y la culminación de su sueño dorado. Dicho esto, no es de extrañar que la película dure tanto tiempo, pero merece la pena. Puede que a algunos les gusté más la primera parte de la misma basada en la juventud y el aprendizaje de Jiro, al tener más ritmo. Puede que a otros les guste más la segunda parte de la misma, más centrada en la edad adulta de Jiro y más pausada, en la que los detalles técnicos de la construcción de sus aviones, así como su primer y único amor toman el relevo. A mi particularmente me gustó toda.
Grandes eventos se ven en la película, uno de los más llamativos es el gran terremoto que provocó un incendio que prácticamente a principios del siglo XX arrasó Tokio. Todo ello acompañado con unos efectos de sonido curiosísimos y sorprendentes. Los coros vocales. Gran parte de los efectos de sonido de esta película están realizados por coros vocales, lo cual en un primer momento os llamará la atención. Pero al acostumbraros, veréis que es un gran recurso, ya que le da una sustancia y una esencia a eventos naturales, como el terremoto que de otro modo no tendrían. Con estos coros, el fuego es más terrible y da más miedo y el ruido de los motores al arrancar un avión son más como de andar por casa. Una maravillosa idea acompañada, como siempre, por el grandísimo Joe Hisaishi, que como siempre realiza una gran banda sonora.
No me acabo de hacer a la idea de que está sea la última película de Miyazaki, aún tengo esperanza de que en el futuro nos pudiese dar otra sorpresa. Aunque hay cosas en el cine de Miyazaki que ya no sorprenden y que los que disfrutamos de su cine, siempre esperamos ver en sus cintas. Estas cosas, que también se dan aquí a pesar de la historia son, su antibelicismo, su respeto por el medio ambiente, la humanidad de sus personajes y el amor, como el verdadero poder que hace posible todos los sueños.
En el caso de Jiro, el ingeniero de esta película, el amor por su trabajo, por su mujer y por hacer de este mundo un lugar mejor son el motor de su vida. Independientemente de lo que luego hiciesen con su invención. Y es que los militares, ya sean alemanes o japoneses no quedan en muy buen lugar en esta película. La chanza y la mofa de Miyazaki es tal, que llega a doblar sus voces como si fuesen un galimatías. Jiro en las reuniones con la plana mayor del ejercito a la espera de sus resultados, solo puede pensar en su mujer, y en las ecuaciones matemáticas y materiales que tiene que emplear en el desarrollo de su avión proyectado; mientras un galimatías de ladridos de perro o palabras sin sentido, salen de las bocas de los militares y políticos, como si fuesen animales estúpidos. Cosa que se verá reforzada durante el resto del metraje.
El viento se levanta. Que gran película. No la mejor, pero si de notable altísimo casi sobresaliente. Si pueden verla, por favor, no se la pierdan, merece la pena. Cine de CALIDAD, con mayúsculas.