lunes, 18 de mayo de 2015

MAD MAX FURY ROAD. UNA GLORIOSA SALVAJADA.

MAD MAX. FURIA EN LA CARRETERA. UNA GLORIOSA SALVAJADA.
Y digo bien, GLORIOSA: Porque es una película con una calidad palpable, tanto en dirección, producción y montaje. SALVAJADA: Porque lo es también. Hace años que no veía una película tan violenta, salvaje y desenfrenada como esta, hace muchos, muchos años. Y ello no es incompatible en este caso con la calidad, ni mucho menos. Estamos hablando de un PELICULÓN de acción a tope y SIN COMPLEJOS DE NINGÚN TIPO. Absténgase pues los sensibles, los débiles de corazón y los asquerosetes, pues hay que tener cuerpo y hacer gala de una gran determinación, para tener los redaños de aceptar el desafío visual que nos ofrece George Miller, el director de esta magnifica oda a la muerte y la destrucción.
Mad Max furia en la carretera, podría considerarse la cuarta parte de la saga comenzada por Mel Gibson, o también se podría considerar un remake. Esta indeterminación la hace doblemente disfrutable, ya que no necesitas haber visto ninguna de las anteriores para disfrutarla. Aunque, eso sí; si las has visto, pues la disfrutas aún más.
Mad Max furia en la carretera, coge lo mejor de las tres películas anteriores y deja lo peor. Coge un gran sentido del ritmo, frenético lo llamaría yo, coge unos grandiosos escenarios apocalípticos, coge lo mejor de las road movies, y su desenfrenada violencia y acción sin límite y lo eleva al cuadrado. Que digo al cuadrado, al cubo. Resultado, lo he comentado arriba en el título, una GLORIOSA SALVAJADA. Con unas escenas que hacen que te preguntes si a su director George Miller se le ha ido literalmente la perola o simplemente es un maldito genio por ocurrírsele tamaña locura.
Mad Max furia en la carretera, hace gala de unos encuadres y planos que, literalmente, quitan el hipo y te dejan con la boca abierta. Hace gala de unas tomas que literalmente ascienden al estatus de OPERA VISUAL. Hay que tenerlos bien puestos para rodar algo así y George Miller nos demuestra que los tiene. El plano de un escenario sobre ruedas con los bafles gigantescos a ambos lados de un guitarrista que causaría pesadillas a la mismísima mascota de Iron Maiden, mientras por los lados un ejército de psicóticos de la carretera persigue a nuestros protagonistas, roza la perfección técnica y visual. Y además genera un aire de obra de arte de lo macabro que lo único que hace es, o sacarte la sonrisa o abrirte la boca de estupefacción. Simplemente sublime.
Mad Max furia en la carretera, hace gala de un uso sublime de la cámara rápida. Si, ese tipo de tomas que hasta ahora solo se usaban para hacer sckets de comedia tipo Benny Hill y que aquí George Miller las eleva a la categoría de arte. Dándole un uso nuevo que muy poca gente se había atrevido hasta ahora para no caer en el ridículo. Caso que no es este, dándole una vitalidad a ciertas escenas y durante los segundos justos para que el ritmo no decaiga y que la escena no se haga larga y pesada. Además de eso logra que el trabajo quede como Dios. “¿Por qué lo haces así George Miller?, pues porque yo lo valgo”. Ole tus huevos, que grande eres George.
Mad Max furia en la carretera, tiene un ritmo endiablado, en todo. En la historia, en el guión, en la acción, en las interrelaciones entre sus personajes. No hay tomas tranquilas, en un segundo esa persona que hace cinco segundos quería matarte, cuatro segundos después se une a ti para matar. Lección bien aprendida de la saga de Mel Gibson y llevada aquí a los extremos más absolutos, la lección de la SUPERVIVENCIA. Rodada de una forma magistral, sin concesiones, sin censuras. El mundo se va a la mierda, la radiación campa a sus anchas, y la fealdad interior que nos convierte en monstruos, en esta película toma forma también en el exterior. La galería de horrores no deja de sorprender. Nuevamente gloriosa.
Mad Max furia en la carretera, goza de una BSO del discípulo de Hans Zimmer, Junkie XL, donde los temas de percusión nos trasladan de manera sublime al futuro más apocalíptico que os podáis imaginar. Decir que es una bso potente, es quedarse corto. Que lastima que no este Tina Turner. Un tema final para los créditos como el de la cúpula del trueno la hubiese terminado de redondear. Pero que se le va a hacer.
Mad Max furia en la carretera, goza de actuaciones notables, como la de Charlize Theron o Tom Hardy. A veces las miradas, las posturas y los gestos pueden decir más que mil palabras. En este caso es una necesidad del guión, de la historia y de la trama. Pues en ciertas escenas, el aspecto visual te come literalmente. En estos casos poco o nada se puede decir y aún y con esas, estos dos actores mantienen el tipo de manera magistral. Llegando el caso en el que el protagonismo se reparte a partes iguales entre ambos. Aunque la película lleve el nombre de solo uno de ellos, pero es que el nombre de “FURIOSA IMPERATOR”, es la puta ostia. Y este es solo uno de los pocos ejemplos que se dan durante todo el metraje.
Mad Max furia en la carretera, es en definitiva y me reitero nuevamente para que no quepa ninguna duda, una GLORIOSA SALVAJADA. Disfrutable en todos los aspectos. Mad Max furia en la carretera, es un homenaje a esa saga ochentera con la cual muchos hemos crecido. Mad Max furia en la carretera es una película para nosotros, los niños ya grandes que nos hemos negado a crecer en algunos aspectos. Mad Max furia en la carretera es nuestra película, amantes de las aventuras desenfrenadas, amantes de esos futuros tan terribles en los cuales siempre hay esperanza, aunque para lograrla haya que hacer sacrificios personales y reventar algunas cabezas en el proceso, lección que MAX nos vuelve a enseñar claramente en esta película. Una lección que casi parece que fue ayer cuando la vimos por última vez y ya han pasado más de 30 años. Demasiado tiempo, pero créanme, si es para ver esta película, ha merecido la pena cada segundo, minuto, día, mes y año pasado, con tal de que llegara. FANTASTICA. (Sed Testigos).

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