WAR HORSE: VUELVE STEVEN SPIELVERG, con todo lo malo y !!TODO LO BUENO!!.
Reconozco que lo primero que pensé al salir de ver esta película, es que había visto una versión equina de “Salvar al Soldado Ryan”, algo así como, “Salvar al soldado caballo” o “Salvar al caballo Ryan”, por desgracia no he ido muy desencaminado, pero es que “Steven Spielverg”, nos lo ha puesto a huevo para poder realizar este chiste, de todas las novelas que puede adaptar al cine, elige esta, con claros paralelismos con una de sus grandes obras. El juego de palabras está servido en este caso.
Pero dejando a un lado la gran similitud entre estas dos películas, que la tiene, “War Horse” también se desenvuelve bien como producto propio. Vuelve al cine el director “Steven Spielverg” de esas grandes películas épicas, y eso me agrada. Vuelve por desgracia con todo lo malo de su repertorio, pero también con todo lo bueno, y en este caso en particular, lo bueno supera por poco a lo malo, pero lo supera; con lo cual debo decir que me ha gustado bastante “War horse”, me ha entretenido y a ratos me ha emocionado también. Aunque claro está, ahí están los handicaps de Spielverg, que parece ser que con la edad, cada vez tienen más cuerpo tanto en sus producciones, como en películas, en fin.
La ñoñeria, los niños, la gente buena por naturaleza, los finales no felices sino felicísimos, siguen estando presente a un buen nivel en esta película. Buuffff, algunas escenas se podrían decir que ya son “Made in Spielverg”, como el momento en el cual el protagonista equino es rescatado por dos soldados de bandos opuestos. Ya se que Spielverg en este momento intenta hacernos ver la irracionalidad de la guerra, pero obviamente, aunque el quiera, por desgracia la gente no es tan buena. El hecho de que un ingles y un alemán amantes de los animales, salgan de sus trincheras, dejen de matarse para ayudar a un caballo, es una escena o memorable, si quieres creértela o irreal (La candidez en ciertas escenas es lo mejor y lo peor que tiene está película). Este aire de positivismo sobrevuela de vez en cuando la película en el terrible escenario que fue la 1ª Guerra Mundial, con los campos arrasados por trincheras. Con personajes y situaciones de ayuda que a veces no son muy creíbles. La gente no es tan buena Spielverg, la realidad es mucho peor, pero en fin, allá tú.
Esto es quizá lo más achacable a Spielverg en esta película, por lo demás, es una película impecable. Me gusta el escenario de la 1ª Guerra Mundial, en comparación con la 2ª Guerra Mundial, no se había tocado mucho en el cine. La primera parte de la película es absolutamente genial, la infancia y la doma del caballo y la amistad que surgirá con su dueño. El periplo del personaje equino y su trasiego constante entre diferentes dueños a lo largo de toda la campaña, hace que la historia sea muy llevadera y nos permita ver distintos puntos de vista de la historia, dependiendo del nuevo dueño del caballo. Este recurso narrativo puesto en vigor para esta película por Spielverg es de lo mejor de la película. Pero otro gran logro de la misma es la entidad que tienen los caballos en la misma, siendo un personaje más de la historia. Y resultando notable ver la amistad que surge entre el joven caballo protagonista de la historia y un semental negro ya veterano. Son personajes propios con su propia historia, que se ven llevados por las circunstancias de los humanos que los rodean de un sitio a otro. Increíble.
La dirección de Steven es notable, la producción y el montaje perfecto. El plantel de secundarios es de lujo y los actores principales tampoco lo hacen nada mal. La fotografía es para flipar y la música está casi al mismo nivel, casi. Aunque hay que reconocer que después de oír los dos últimos trabajos de “John Williams” (Tintin y War Horse) empiezo a estar un poco preocupado. Quizá es que estamos tan acostumbrados a un nivel de 10, que cuando solo consigue un notable, nos parece poca cosa.
Una película muy recomendable, con un giro inesperado al final de la misma, que me hizo ilusionarme con un final mucho mejor del que luego fue, con un final más realista, pero es solo un mero espejismo. En el cine de Spielverg, sobre todo últimamente todo tiene que ser feliz y felicísimo, por lo menos para los protagonistas. Para todos los demás personajes de la película, ya les metemos el dramatismo por donde haga falta. En fin, que esta última reflexión no os impida verla, merece la pena para cualquier amante del buen cine.
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