jueves, 6 de marzo de 2014

Alan Ball, como siempre, metido en grandes series de TV.

BANSHEE. FANTÁSTICA EN TODOS LOS ASPECTOS.
Cuando un primo mío, me comentó y recomendó esta serie, lo hizo con muy pocas palabras. Solo me comentó que el productor ejecutivo de las misma y uno de los máximos responsables era Alan Ball. El mismo que tan buen trabajo está realizando en la HBO con True Blood. Pero me matizó, que aquí, en este canal, en Cinemax Original Series, tenía más manga ancha y más libertad para hacer y deshacer que en la HBO con True Blood. Bueno, pensé, si eso es cierto, Banshee tiene que ser la ostia, ya que si lo que me gusta de True Blood, está aquí a un exponente más elevado, pues entonces, ¿qué estoy esperando?, y con lo de exponente elevado no me refiero a los vampiros ni a los curiosos sobrenaturales personajes que pueblan True Blood. Si no a los personajes de carne y hueso y el entorno de la América profunda en la cual se mueven.
Lo mejor de Banshee es su entorno, esa América de pequeños condados, que en si mismos, forman ya una comunidad cerrada. Como si fuesen pequeños países, con sus gentes, sus costumbres, sus malos y sus buenos, en los cuales, todos se conocen y se sabe lo que cada uno va a dar de si mismo. Esa América profunda, que para los compatriotas de una costa u otra, no dejan de ser los paletos. Pero en la cual, a veces, las grandes decisiones en política o economía tardan tanto en reflejarse, por ir la vida de esa gente y de esas sociedades a un ritmo totalmente distinto a Whasingtong y Nueva York o Los Ángeles y San Francisco.
Esto es lo que retrata esta serie de tan buena manera, un pueblo, Banshee, en todo su esplendor. Tiene todo lo que consideramos típico de la América rural y profunda, sus distintas comunidades, incluida una comunidad Amish, la cual tendrá una gran huella en la historia de la serie, como su propia reserva india con su casino y todo. Y por supuesto, el cacique local, todopoderoso e intocable en su propio territorio y en todos sus negocios delictivos, por muy grandes o pequeños que sean estos. Todo esto y más es Banshee. Con unos personajes fascinantes, un guión y una historia, muy pero que muy buena y unas actuaciones soberbias.
El hecho de que Alan Ball, esté a los mandos, nos permite disfrutar de cierto tipo de personajes que ya se pueden decir que son clichés en sus producciones. Quien haya visto True Blood y Banshee, me entenderá. Pero también nos permite disfrutar de acción y violencia. Una violencia mucho más realista que la de True Blood, y por lo tanto al ser más realista, es más entretenida. Que pasada.
La historia, como no, lleva a nuestros personajes a situaciones límite, lo cual hace que los personajes sean muy interesantes de ver, y nos permite encandilarnos con todos ellos. No hay buenos y malos en Banshee, solo supervivientes y todos tienen sus motivos y circunstancias que los hacen actuar de una forma u otra. De esa forma, te acabas acostumbrados a todos ellos y con el paso de los capítulos y de la serie, todos pasan a ser de alguna forma imprescindibles en la trama y en el desarrollo total de la misma. Vamos, no hay ninguno al que no le cojas cierto cariño. Sobre todo si son tías, y vaya tías que salen.
El ejemplo claro de situación límite de los personajes, lo demuestra nuestro principal protagonista, (No hay spoilers), un ex convicto no arrepentido que por circunstancias del destino, por llamarlo de algún modo, acaba siendo nombrado Sheriff de esta pequeña ciudad llamada Banshee. Ni que decir tiene, que el ejemplo más claro que me viene a la cabeza es el de poner al lobo a cuidar de las ovejas. De ahí salen muchas buenas escenas en esta serie, sobre todo, cuando supuestamente el lobo oficial o cacique del pueblo intenta intimidar, comprar o sobornar a esta nueva oveja que es el sheriff, sin saber, por supuesto que este sheriff, es de su misma calaña y entiende y sabe como funciona su forma de ser y trabajar mejor de lo que el se cree. Por supuesto, la forma de impartir justicia es muy peculiar y, por llamarlo de algún modo, directa. Si a todo lo que he comentado antes, añadimos el sexo, que nunca falta con este productor, pero sin las limitaciones que puedan imponer otros estudios, tenemos un pedazo de serie fantástica y muy recomendable.
Ahora, recién estrenada su segunda temporada, es un buen momento para dejar lo que estén haciendo y se pongan a ver Banshee, no lo lamentarán. Yo por mi parte no lo hago y solo lamento no haberme puesto con ella antes.

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