jueves, 22 de diciembre de 2011

Acero Puro. !!!!QUE VIVA EL GAZPACHO¡¡¡


ACERO PURO: ¡¡¡QUE VIVA EL GAZPACHO!!!!.
Veamos, cogemos en un recipiente y metemos el mando de la WII junto con la KINECKT de Xbox y lo mezclamos con “Transformers”, “Avatar” y “Rocky” y el resultado será, ACERO PURO. Baya rebujo y baya gazpacho. Ya está listo para servir. Pero no se piensen que la película es mala, el gazpacho en sí no lo es. No es una delicatessen, pero está bueno. Pues lo mismo le pasa a “Acero Puro”. Básicamente es una película en la que salen Robots dándose ostias, reventándose literalmente y en la que salen también, algunas tías buenas por ahí, como “Evangeline Lily”. Es muy entretenida. ¿Significa eso que es un peliculón?, pues no. Ni de lejos. Pero yo, particularmente me pase un buen rato viendo está película y se me hizo casi todo el tiempo muy amena. Y es que en parte para eso voy al cine. Si me encuentro con una gran película o una obra maestra, pues chapó. Pero si no, lo mínimo que le pido es que no me aburra. “Acero Puro” no me aburrió, cumple bastante bien en ese sentido, pero nada más.

La historia es tópica y típica, ya la hemos visto infinidad de veces en otros lados, al igual que las situaciones y las ñoñerias padre e hijo, quizá esto último es lo que más sobrababa de la película. Ya que “Hugh Jackman” digamos que no esta aquí en su mejor papel, pero en estas situaciones, intentando actuar como un padre arrepentido, pues la verdad, a ratos da vergüenza ajena.

Respecto al resto del reparto, poco o nada que añadir “Evangeline LiLy” o mujer florero, con la tópica y típica historia antigua de amor con el personaje principal y (valga la redundancia) un padre que consideraba al protagonista como su hijo, buuuffff. El traslado de esta situación al presente, con el hijo, al cual de repente tiene que hacerse cargo el protagonista y su nula experiencia en la paternidad, buuuffff. La superación de sus trabas familiares y psicológicas del personaje principal, volviendo al final de la película en última estancia al boxeo (deporte en el cual en su día tuvo un nombre) a través de un robot por el que nadie daba un duro y controlándolo como si del mando de la WII se tratase, buuuuffffff. La recuperación del auto respeto del personaje hacia su persona y por consiguiente la mejora en la relación con su hijo y hasta con su cuñada, que es la que tiene la custodia del mismo, buuuufffff.

En fin todo al final tan bonito y tan familiero, que dan unas pocas arcadas, pero solo unas pocas. Ya que los combates, son realmente una pasada y te hacen soportar el resto de la película. En realidad, podrían haberse evitado media hora de tonterías familiares y haberle dado más trasfondo y más guión al interesante mundo de las peleas de robots, pero bueno, que se le va a hacer.

Al final el protagonista logra a través de su robot, el cual controla el mismo, (Avatar) estar a punto de ganar un combate muy desigual y similar que tuvo el mismo cuando los que luchaban eran boxeadores y personas de carne y hueso (Rocky). El combate del final es prácticamente calcado al combate final de la grandiosa película “Rocky”. En definitiva, una película entretenida para pasar el rato en el cine, sobre todo ahora en estos días festivos. Claro está, será entretenida para aquellas personas que como a mí, os gustan un poco la acción, la destrucción gratuita y esas cosas. No creo que a vuestras novias les tire demasiado. A no ser por el protagonista, claro está.

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